Terra Incognita

La expresión latina Terra Incognita (o también Terra Ignota) fue utilizada durante siglos en la cartografía para designar aquellos territorios y regiones que todavía no habían sido documentadas y exploradas. Fue usado por los cartógrafos romanos de los siglos I y II d.C. y después recuperado por los dibujantes de mapas del siglo XV.

En los mapas medievales se utilizaron otros nombres para denominar en esos grandes espacios desconocidos de los mapas, como por ejemplo el de Hic sunt Dragones, puesto que existía la creencia generalizada de que estos espacios estaban habitados por monstruos y terribles seres mitológicos

En lógica equivalencia, los territorios oceánicos que cumplían con estas características también fueron bautizados con el término Mare Incognitum, que en latín significa «mar desconocido».

Durante la llamada Era de los Descubrimientos (aproximadamente entre los siglos XV y XIX) muchos de estos espacios desconocidos empezaron a ser descubiertos y explorados, con lo que la leyenda «Terra Incognita» dejó de aparecer paulatinamente de los mapas. La expresión pervivió referido a la Antártida, o al continente austral cuya existencia se teorizaba en aquellos tiempos. Un ejemplo muy claro es el continente llamado Terra Australis Incognita o «tierra desconocida del sur» mostrado en el Theatrum Orbis Terrarum de Abraham Ortelius (1570).

Con prácticamente la totalidad del planeta explorado y cartografiado, el recurso de Terra Incognita dejó de aparecer en los mapas modernos. Su uso actual se limita a las descripciones cartográficas de la superficie de otros cuerpos del Sistema Solar, como la Luna o Marte.

Las últimas tierras desconocidas de la Tierra

A pesar de lo anterior, lo cierto es que todavía existen numerosas zonas más o menos extensas de nuestro planeta que aún no han sido completamente exploradas y cartografiadas, aunque su porcentaje con respecto a las tierras conocidas sea mínimo. Estas son las más importantes:

• Todas las estructuras terrestres que permanecen ocultas bajo de la capa de hielo de la Antártida y Groenlandia.
• Zonas de la Selva Amazónica en la región de los tepuyes, en el interior de Venezuela.
• Numerosos picos por encima de la cota de los 6.000 metros de altura en el Himalaya tibetano oriental.
• El Corredor de Wachan, localizado en las inaccesibles montañas Pamir, en Afganistán.
• Algunas regiones remotas del Desierto del Sáhara.
• Numerosas zonas de selva tropical, especialmente aisladas, en la Cuenca del Amazonas.
• Algunas regiones aisladas de la Cordillera de los Andes.
• La región montañosa del interior de la isla de Papúa.

Hay que destacar, por último, que la expresión Terra Incognita se usa todavía en sentido figurado para representar campos del conocimiento inexploradas, cuya existencia se conoce o se sospecha, pero aún no han podido ser definidas en términos de contenido.