Theatrum Orbis Terrarum, el primer atlas de la historia
El Teatro del Obre de la Tierra (Theatrum Orbis Terrarum por su nombre en latín) está considerado el primer atlas moderno de la historia. Fue creado por el cartógrafo flamenco Abraham Ortelius y publicado por primera vez en el año 1570 en la ciudad de Amberes.
Ortelius, a menudo llamado «el Ptolomeo del siglo XVI», fue junto a Gerardus Mercator el máximo exponente de la cartografía europea de su tiempo. Tras la publicación de este atlas su fama aumentó hasta convertirse en el cartógrafo oficial de la corte del rey Felipe II de España.
El Theatrum Orbis Terrarum estaba formado por una colección de mapas encuadernados de tal modo que tomaban la forma de un libro.
Sin duda, este formato era muy práctico e innovador en su época. También era mucho más fácil de manejar que los mapas clásicos, que solían ser pergaminos de gran tamaño que se guardaban enrollados y debían ser desenrollados para ser consultados.
Además, el Atlas de Ortelius contenía toda la información actualizada del conocimiento geográfico de su tiempo.
Se da la circunstancia de que Ortelius no es el autor de ninguno de los mapas que figuran en el atlas, sino que su trabajo fue el de simple recopilador, como así indica en su obra. Su mérito radica en la idea de presentarlos en un solo libro y con un mismo estilo y tamaño (35 x 30 cm). También son obra suya los comentarios que figuran al reverso de cada mapa.
Al final de la obra hay una sección biobliográfica titulada Catalogus Auctorum. En ella aparecen los nombres de los 33 cartógrafos autores de los mapas. La lista fue creciendo a medida que aparecieron nuevas ediciones con nuevos y detallados mapas que reflejaban los descubrimientos geográficos.
Sin embargo, todas las ediciones posteriores tuvieron la misma estructura que el atlas original. La portada era siempre una imagen alegórica donde se presentaban los cinco continentes conocidos en forma de mujer. Entre ellas, Europa era la reina, reflejo del eurocentrismo de la época.
Las primeras páginas incluían una referencia a Felipe II, Rey de España y los Países Bajos, así como un poema de Adolphus Mekerchus. Sólo a partir de 1579 aparece también en esta sección un retrato del artífice de esta inmensa obra, Abraham Ortelius, pintado por el artista holandés Philip Galle.
La parte central de la obra estaba compuesta por los mapas, que llegaron a ser hasta 167 en su última edición del año 1612. En la sección final figuraba la bibliografía mencionada anteriormente, un índice de los mapas presentados (titulado Index Tabularum) y, e las últimas ediciones, también un registro de topónimos (Nomenclator). EN resumen, la obra contaba con todos los elementos precursores de los atlas de nuestros días.