Canal Ben Gurion: la alternativa de Israel al Canal de Suez
El Canal Ben Gurion es un proyecto de Israel que consiste en crear un canal navegable que conecte el Mar Mediterráneo y el Mar Rojo, constituyendo así una alternativa al Canal de Suez. La longitud del nuevo canal sería de 295 kilómetros, lo cual quiere decir que sería un centenar de kilómetros más largo que el de Suez.
El canal tendría su extremo sur en el Golfo de Aqaba, con un trazado en forma de «L» invertida, con primer tramo recto de sur a norte a lo largo del extremo oriental de la Península del Sinaí y un posterior desvío hacia el oeste atravesando el Desierto del Negev hacia las costas mediterráneas, junto al norte de la Franja de Gaza.
Este proyecto ha sido bautizado con el nombre de David Ben Gurion, primer ministro de Israel entre 1955 y 1963. Él fue uno de los impulsores de la idea, que data de a década de los años 60, aunque el proyecto nunca ha pasado de la fase preliminar. La construcción del canal persigue un ambicioso objetivo estratégico: ofrecer una alternativa al Canal de Suez al comercio marítimo internacional, una nueva ruta entre Asia y Europa que supondría un desastre económico para Egipto y una gran fuente de riqueza para Israel.
Proyecto y viabilidad
A diferencia del Canal de Suez, que discurre a lo largo de costas arenosas, el Canal Ben Gurion estaría flanqueado por muros de roca, lo cual apenas requiere gastos de mantenimiento. Su profundidad sería de 50 metros (unos 10 metros más que el de Suez) y su anchura de unos 200 metros. Eso significa que por el canal podrían navegar barcos con una más de 300 metros de eslora y una manga de 110 metros, que es tamaño los cargueros más grandes del mundo.
Sin embargo, la viabilidad de esta gigantesca obra de ingeniería se ha puesto en entredicho por muchos expertos. Tal vez ese sea el principal motivo por el cual el estado israelí no lo ha puesto en marcha desde la concepción de la idea haca ya siete décadas.
Poner en marcha este proyecto implica un enorme desafío logístico y económico, con unos costes astronómicos que podrían alcanzar los 50.000 millones de dólares. Aparte de esto, hay otra gran amenaza: la permanente inestabilidad política de la región, que comprometería la seguridad de los trabajos y del mismo inicio de actividad del canal.
La cuestión de Gaza
Como todavía no hay ningún proyecto definitivo aprobado, el trazado exacto del Canal Ben Gurion no se conoce con seguridad. La cuestión más controvertida es saber si su extremo occidental se situaría dentro de la Franja de Gaza o bien al norte de la misma.
Una de las teorías que se manejan como posibles causas de la actual escalada de violencia en la zona se debe la necesidad de estado de Israel de «vaciar» el norte de Gaza y establecer una zona de seguridad estable antes de iniciar las obras, que podrían prolongarse durante al menos cinco años.
En cualquier caso, parece obvio que a corto o medio plazo va a ser imposible garantizar la seguridad absoluta del canal, especialmente en este tramo. Tal vez por eso el proyecto del Canal Ben Gurion sigue en stand-by a día de hoy.