Gran Adria
Hace unos años fue descubierto un nuevo paleo-contiente que había permanecido oculto a ojos de la ciencia. Esta masa continental, bautizada con el nombre de Gran Adria, apareció hace unos 240 millones de años, desgajándose de lo que hoy es el norte de África, para acabar sumergiéndose en el océano hace cerca de 120 millones de años.
El nombre de Gran Adria deriva del topónimo Adria que los geólogos usaron para designar una gran franja de parecidas características geológicas que recorre el Mar Adriático de norte a sur.
La posibilidad de identificar su existencia se ha producido gracias a una serie fragmentos geológicos de características similares que se encuentran repartidos por diferentes cadenas montañosas europeas y asiáticas. Estas coincidencias llevaron a los geólogos a plantear la hipótesis de la presencia de un antiguo continente en el Mediterráneo, cosa que finalmente se pudo demostrar.
De este modo, Gran Adria está considerado como el «último continente perdido» del mundo, o mejor dicho: el último en ser descubierto.
Ver también: El ciclo supercontinental
Habría nacido a raíz del proceso de disgregación que acabó con el supercontinente Pangea. Gran Adria se habría desprendido e iniciado un lento viaje hacia el norte, sobre las aguas de lo que es hoy en Mediterráneo Oriental. Aunque es imposible saber el dato con exactitud, es probable que su tamaño fuera de unos 2.000.000 de kilómetros cuadrados. Los mismos científicos responsables de su descubrimiento creen que el relieve del continente debió ser bastante llano, con perfiles costeros bajos e inundables. Su costa oriental habría estado bañada por las aguas del Mar de Tetis.
Antes de desaparecer, la porción más occidental del continente se habría desgajado dando lugar a la placa ibérica. El final de Gran Adria se inició con su colisión con la masa continental euroasiática, bajo la cual acabó hundiéndose a lo largo de un lento proceso geológico. A través del conocido proceso de la subducción, la mayor parte de la placa continental fue empujada bajo el sur de Europa y absorbida por el manto de la Tierra.
Casi toda la masa que en su día formó este continente se encuentra actualmente a 1.500 kilómetros bajo la superficie terrestre, aunque algunos vestigios, compuestos por rocas menos pesadas, se mantuvieron a niveles poco profundos. Estos permanecen aún en cordilleras como los Apeninos, los Alpes, los Balcanes o los Montes Tauro en Turquía.
Lo más curioso de Gran Adria es que es un continente invisible que se esconde en las profundidades del manto de la Tierra y cuya existencia se desconocía hasta los estudios realizados en el año 2019 por expertos de la Universidad de Utrecht, en Holanda.