Montes Tauro
Los Montes Tauro son un sistema montañoso localizado en el sur de Turquía. Geográficamente separan la meseta central de la Península de Anatolia de la franja costera mediterránea, marcando también una frontera climática entre el dominio continental y el mediterráneo. Dibujan un gran arco cuyos extremos son el Lago Egirdir al oeste y los valles altos del Tigris y el Éufrates al este. La parte cóncava del arco se vuelca hacia el sur.
Estas montañas forman parte del Cinturón Alpino. El origen de su nombre es fruto de una confusión lingüística. Parece ser que los geógrafos griegos tomaron la palabra tür, que en arameo significa montaña, para bautizar a estas montañas con el nombre de Tauros, que en griego significa buey o toro.
En las cotas bajas predominan los bosques mediterráneos de encina y pino turco. Por encima de la cota de 1.200 metros hay bosques de montaña con especies como el enebro, el pino negro y el cedro del Líbano. En las zonas más altas hay pastos desprovistos de árboles. Estos ecosistemas son hogar de una gran variedad de fauna, incluyendo lobos, osos, cabras montesas y numerosas especies de aves.
La cordillera se divide en tres secciones: Tauro Occidental, Tauro Central y Tauro Oriental. Cada una de estas secciones presenta características geológicas y climáticas propias, lo que da lugar a una gran diversidad de paisajes y ecosistemas.
Tauro Occidental
La sección más occidental del Tauro dibuja un arco noroeste-sureste sobre el Golfo de Antalya. Al este, la Meseta de Taseli y el cauce del río Goksu marcan el límite natural con la sección del Tauro Central. Está formada por una sucesión de pequeñas sierras. Las más destacadas son las de Akdaglar, Bey, Katrancık, Kuyucak y Geyik. Esta región es conocida por su rica biodiversidad y por sus impresionantes paisajes naturales, que incluyen altas cumbres, profundos valles y densos bosques.
Esta parte de la cordillera cuenta con algunos picos que superan los 3.000 metros. El mayor de ellos es el Monte Kizlarsivrisi (3.086 m), en las montañas Bey. Además de su importancia geográfica, estas montañas tienen un gran valor cultural e histórico, ya que han sido testigo de numerosos acontecimientos a lo largo de la historia de Turquía.
Tauro Central
La parte central del Tauro es también la más agreste y la que presenta mayor altitud. Aquí se levanta la montaña más alta de este sistema, el Monte Demirkazık (3.756 m), que mostramos en la imagen de más abajo. El punto que marca la transición entre la sección central y la sección oriental del Tauro es el Paso Gülek, conocido en la Antigüedad como las Puertas de Cilicia. Este paso natural sirve de conexión entre la llanura costera y el interior de Turquía. Es un lugar de gran importancia estratégica y ha sido utilizado a lo largo de la historia como ruta de comercio y de invasiones militares.
Como el Tauro Occidental, también esta sección está formada por diferentes cordilleras de menor tamaño como las Montañas Bolkar, donde se alza el Monte Medetsiz (3.524 m), la Cordillera de Aladaglar, las Montañas Anti-Tauro o la Cordillera Munzur. Estas montañas son famosas por su belleza escénica y son un destino popular para el senderismo y otros deportes al aire libre.
Tauro oriental
Es la sección más baja de este sistema montañoso. Se extiende desde las Puertas de Cilicia hasta la frontera natural entre Anatolia y Mesopotamia. Las principales cordilleras son las montañas Nurhak, Malatya, Maden, Genç y Bitlis, que rodean la cuenca superior de los ríos Éufrates y Tigris. Esta región es conocida por sus impresionantes paisajes de montañas escarpadas y valles profundos, así como por su rica historia y cultura.
En muchos manuales de geografía el Tauro Oriental y la cordillera del Anti-Tauro son consideradas como una formación montañosa independiente. Sin embargo, ambas forman parte del mismo sistema montañoso y comparten muchas características geológicas y climáticas.
En definitiva, los Montes Tauro son una de las características geográficas más importantes de Turquía. No solo definen gran parte del paisaje del país, sino que también han jugado un papel crucial en su historia y cultura. Su rica biodiversidad y sus impresionantes paisajes hacen de ellos un destino de gran interés para los amantes de la naturaleza y la aventura.