Gran Intercambio Americano
Se llama Gran Intercambio Americano al fenómeno paleozoogeográfico en el que la fauna terrestre y la de agua dulce se trasladó desde América del Norte a América del Sur al emerger el istmo que unió ambos continentes, produciendo un intercambio de especies de norte a sur y viceversa. La migración terminó hace aproximadamente tres millones de años, en el período del Plioceno superior.
Este fenómeno originó la interacción entre la región biogeográfica neotropical (que abarca gran parte de América del Sur) y la región Neártica (que se encuentra en Norteamérica), factor que permitió dar una forma definitiva a la diversidad biológica de América. La migración de las especies se observa en los diferentes estratos geológicos y en los análisis de la fauna americana.
Alfred Russel Wallace, conocido como el padre de la biogeografía, fue el primero en observar la migración de las especies. Desde 1848 hasta 1852, Wallace se abocó a la exploración y al recabado de muestras de diferentes especies en la cuenca amazónica.
A comienzos de la Era Cenozoica, hace aproximadamente 50 millones de años, también se produjeron intercambios cuando las masas terrestres de la India y de África, que hasta entonces habían estado aisladas, se unieron a Eurasia.
Expansión y radiación evolutiva tras el Gran intercambio
Hoy en día, la presencia de zarigüeyas, armadillos y ursones en América del Norte demuestra que tuvieron ventajas sobre otras especies que no lograron desarrollarse en diferentes regiones de América. Los ursones y las zarigüeyas son las especies del sur que tuvieron más éxito en América del Norte por su capacidad de llegar a Alaska y a Canadá. Los roedores de la especie Caviomorpha fue otro grupo del sur que logró emigrar a Norteamérica y, hoy en día, en Centroamérica hay aproximadamente 32 especies de este grupo.
Como consecuencia de siete invasiones desde América del Sur y seis desde América Central, las principales especies de xenartros colonizaron América del Norte, especialmente los perezosos terrestres. Los Megalonyx alcanzaron regiones del norte como Alaska y Yukón y, si no hubiera sido por la extinción que sufrieron a finales del último período de hielo, podrían haber alcanzado Eurasia.
Las migraciones de América del Norte a América del Sur fueron más exitosas, ya que, en la mayoría de los casos, se logró una gran diversidad, como en la especie de roedores Sigmodontinae. Los cánidos, que se diversificaron en América del Sur, actualmente solo llegan hasta Panamá. Sin embargo, América del Sur tiene más variedad de cánidos que cualquier otra región terrestre. A su vez, los cérvidos también lograron un gran crecimiento, con seis variedades en el continente.
Efecto del surgimiento del istmo de Panamá en la vida marina
A la inversa de los efectos en la masa terrestre, la biodiversidad del mar sufrió el llamado “Gran Cisma Americano”, en el cual la fauna del mar caribeño se aisló de la del Océano Pacífico, causando que ambos grupos orgánicos siguieran trayectos diferentes. La flora y la fauna marina del Caribe fueron evolucionando para coexistir en un medio más limitado, despojado de la influencia de nutrientes y minerales del Océano Pacífico.