Lemuria y Mu
Hasta épocas relativamente recientes, muchos científicos creyeron en la existencia de dos grandes continentes sumergidos, llamados Mu y Lemuria. El primero estaría situado bajo las aguas del Océano Pacífico, mientras que el segundo lo estaría bajo las el Índico. Hoy sabemos que ninguno de los dos existió jamás.
Lemuria
Lemuria es un continente hipotético cuya existencia fue defendida en 1864 por el zoólogo británico Philip Sclater. Dicho continente ocuparía gran parte del lecho marino del Océano Índico, con conexiones submarinas con las costas orientales de Madagascar, el subcontinente indio y Australia occidental.
Esta hipótesis pretendía dar una explicación a la presencia de fósiles de lémures (de ahí su nombre) en Madagascar e India, pero no en África o Medio Oriente. Después de Sclater, el biólogo alemán Ernst Haeckel aventuró en 1870 la idea de que Lemuria podría haber sido también el hogar ancestral de la humanidad.
Algunos escritores tamiles se sumaron a la idea de Lemuria, que identificaron con una gran masa de tierra sumergida en el océano que se nombra en la mitología del sur de la India y de Sri Lanka. De este modo, Lemuria sería la mítica Kumari Kandam, que para el pueblo tamil es la cuna de la civilización.
Las teorías sobre Lemuria fueron definitivamente desechadas en la década de los años 60 de siglo XX, cuando la comunidad científica aceptó como válida la teoría de la deriva continental de Alfred Wegener, presentada en 1912. Sin embargo, la idea perduró en la imaginación popular y dentro de ciertos círculos ocultistas.
Es interesante notar que, a pesar de la falta de evidencia científica, la idea de Lemuria ha influido en la cultura popular. Ha sido objeto de numerosas obras de ficción, incluyendo libros, películas y videojuegos. En estas representaciones, Lemuria a menudo se presenta como una civilización avanzada y misteriosa que existió en la antigüedad y que fue destruida por una catástrofe natural.
Mu
La existencia de Mu fue defendida por primera vez por el francés Augustus Le Plongeon a finales del siglo XIX. Dicho continente abarcaría el fondo oceánico del Pacífico, extendiéndose en las regiones de Melanesia, Micronesia y Polinesia. Su teoría se basaba en antiguos mitos, con escasa base científica.
Ya en el siglo XX, el británico James Churchward mantuvo viva la idea de Mu, continente que se extendería bajo el océano de este a oeste desde las Marianas hasta la Isla de Pascua, y de norte a sur desde Hawaii hasta Mangaia. Según este autor, Mu habría existido desde hace unos 800.000 años hasta aproximadamente el 10.000 a.C., cuando habría desaparecido tras un gran cataclismo.
La geología no ha encontrado ninguna base que sustente las teorías sobre Mu. Hoy sabemos que las islas del Océano Pacífico no son parte de una masa de tierra sumergida, como sugirieron Churchward y otros estudiosos, sino las puntas de volcanes aislados.
En la actualidad, los geólogos descartan por completo la existencia de Mu por considerarla físicamente imposible, argumentando que un continente no puede hundirse ni ser destruido en el corto período de tiempo que se afirma en las leyendas, el folclore y la literatura sobre este y otros lugares.
Al igual que Lemuria, Mu ha tenido un impacto significativo en la cultura popular, a pesar de la falta de evidencia científica que respalde su existencia. La idea de un continente perdido en el océano Pacífico ha capturado la imaginación de escritores, cineastas y creadores de videojuegos, quienes han utilizado la mitología de Mu para crear historias fascinantes y mundos imaginarios.
Aunque las teorías de Lemuria y Mu han sido desacreditadas por la ciencia moderna, su legado perdura en la cultura popular y en la imaginación colectiva. Estos continentes perdidos, con sus civilizaciones avanzadas y misteriosas, continúan fascinando a las personas y alimentando nuestra fascinación por lo desconocido.