Mar de Paratetis
El Mar de Paratetis (también escrito Parathetys) fue un gran mar interior de escasa profundidad que se extendió desde la actual región de los Alpes en Centroeuropa hasta el Mar de Aral, en Asia Central, hace unos 10 millones de años. Fue bautizado con este nombre por Vladimir Laskarev en el año 1924.
Esta gran extensión de agua estaba conformada por una serie de cuencas conectadas entre sí y con el océano global (Pantalasa) a través de estrechos pasos marítimos. Aunque en la larga existencia de Paratetis esto no siempre fue así, generalmente estos pasos eran tan estrechos y poco profundos que, a largo plazo, limitaron el intercambio de agua y provocaron una situación de anoxia generalizada.
Un mar anóxico es una masa de agua marina que carece de oxígeno disuelto, lo cual es un obstáculo para el desarrollo de la vida en su seno. Según los estudios más recientes, el Mar de Paratetis se convirtió en un gigantesco mar anóxico incluso antes de que se iniciara su proceso de desecación.
Formado en el Jurásico (hace unos 200 millones de ños), el Mar de Paratetis pasó a convertirse en un gran lago o mar cerrado en el Oligoceno (hace unos 30 millones de años), atrapado entre una serie de masas continentales y cadenas montañosas. El nivel de sus aguas inició entonces un declive sostenido a causa de la evaporación y la reducción de aportes fluviales, que provocó su disgregación, dando lugar a los actuales mares cerrados o semicerrados de la región: Mar Negro, Mar Caspio, Mar de Aral, Lago Urmia, etc.
Durante el lento pero inexorable proceso de desecación-disgregación, aparecieron muchos mares efímeros cuya existencia se prolongó durante algunos millones de años. Uno de los más importantes fue un gran lago situado en los límites actuales de Kazajistán, hace unos 12 millones de años. También el llamado Mar de Panonia, en la actual Hungría, un gigantesco lago salado que desapareció hace un millón de años.
En su fase final, gran parte del agua de Paratetis fue transferida al Mediterráneo a través del Estrecho del Bósforo, donde los geólogos creen que pudo haber existido una colosal catarata.
Los vestigios de Paratetis son aún visibles en forma de minas de sal bajo el subsuelo en diversos lugares del centro y el este de Europa.
Se calcula que, en su momento álgido, la superficie total del Mar de Paratetis fue de aproximadamente 2,8 millones de kilómetros cuadrados, mientras que su volumen habría sido de cerca de 1,77 millones de kilómetros cúbicos. Eso hace de este mar un cuerpo ligeramente mayor que el Mediterráneo actual, aunque con un volumen de agua mucho menor, apenas un tercio, a causa de la escasa profundidad.