Mar polar abierto
Durante muchos años, numerosos geógrafos creyeron en la existencia de lo que llamaron Mar Polar Abierto. A lo largo de los siglos XVIII y XIX, se desarrolló una teoría que aventuraba la existencia de una gran extensión de agua líquida en superficie más allá del casquete polar ártico, alrededor del Polo Norte. Esta idea contradecía la experiencia demostrada de que los mares árticos se congelaban en invierno solo en sus regiones más septentrionales.
La teoría de Mar Polar Abierto motivó numerosas expediciones de exploración que buscaban establecer rutas marítimas intercontinentales a través de las regiones árticas, supuestamente libres de hielos, como por ejemplo la búsqueda del Paso del Noroeste.
La primera vez que se propuso esta idea fue en el siglo XVI, de la mano del cartógrafo inglés Robert Thorne. En los siglos siguientes, sus estudios y teorías animaron a famosos exploradores como William Barents y Henry Hudson, que dedicaron gran parte de sus vidas a navegar por los mares más septentrionales del planeta. Sin embargo, ninguno de ellos ni ninguna otra expedición logró halar el acceso al supuesto mar abierto que se situaba sobre la región del Polo Norte.
También en el siglo XIX se produjeron intentos, todos ellos fallidos, para hallar el esquivo acceso al mar polar abierto. Las teorías de la época defendían que el acceso abierto no existía, y que tal vez sería necesario el uso de barcos con cascos más resistentes (precursores de los actuales rompehielos) para alcanzar este mar ártico.
Bases teóricas del Mar Polar Abierto
Las bases (todas ellas falsas, o bien rebatidas a posteriori por la ciencia) que sustentaban esta teoría eran las siguientes:
- El hielo marino solo se forma cerca de la costa, por lo que las zonas de mar abierto debían presentar un estado líquido.
- El sol de medianoche del verano ártico forzosamente debería fundir el hielo situado en el Polo Norte.
- Las corrientes marinas cálidas que fluyen hacia el Ártico deberían fundir el hielo al alcanzar la superficie.
A este argumentario hay que añadir la observación del fenómeno de las polinias por parte de exploradores rusos en aguas septentrionales. Una polinia es un espacio de agua marina líquida rodeada de hielo marino. La teoría del Mar Polar Abierto sugería que este podría ser una especie de gran polinia.
A finales del siglo XIX, la teoría del Mar Polar Abierto estaba ya completamente desacreditada. Ya en la primera década del siglo XX, las exploraciones de Peary, Amudsen, Nobile y otros demostraron que el supuesto mar abierto no existía.
Calentamiento global y desaparición del casquete polar
Curiosamente, la teoría del Mar Polar Abierto quedará demostrada si se confirman las anunciadas consecuencias del calentamiento global, que amenaza con la desaparición de la banquisa polar en las próximas décadas.
Numerosos estudios científicos basados en mediciones y datos reales proyectan que, dentro de algunas décadas, la capa de hielo polar podría desaparecer por completo en verano, dejando grandes áreas del Océano Ártico como aguas abiertas y navegables.
En esta hipótesis trabajan ya varias potencias como Rusia, China o Estados Unidos, que pugnan por el control de estas futuras rutas marítimas (por ejemplo, la llamada Ruta marítima del Norte) de gran importancia comercial y geoestratégica.