Isla Bermeja
Isla Bermeja es un territorio insular del Golfo de México que durante siglos figuró en los mapas de América. En la actualidad, tanto México como Estados Unidos han intentado localizarla, o al menos identificarla con algún sistema de arrecifes ya conocido, para apoyar en ella sus respectivas reclamaciones territoriales sobre las aguas de la región.
El descubrimiento de Bermeja tuvo lugar en el año 1536 por parte del navegante español Alonso de Chaves. Según su descripción, esta isla se situaba a 14 kilómetros al oeste del Cabo de San Antonio, el punto extremo más occidental de Cuba. Fue bautizada con el nombre de «bermeja» por el color rojizo de sus contornos.
En los mapas posteriores, Isla Bermeja apareció situada en las coordinadas 22º 33″ N 91º 22″ W, a unos 160 kilómetros al oeste de la Península de Yucatán. En 1775 otro marino español, Miguel de Alderete, reportó el último avistamiento de la isla, aportado numerosos detalles técnicos. Desde entonces hasta hoy, no ha habido más evidencias de su existencia.
Los recursos naturales del Golfo de México
Dos siglos después, el interés por Isla Bermeja se reavivó debido al descubrimiento de los importantes recursos energéticos bajo el lecho marino del Golfo de México: gas y petróleo.
En la primera década del siglo XXI, el gobierno de México promovió una serie de expediciones en aguas del Golfo para localizar y cartografiar todas las islas, islotes, escollos, bancos y arrecifes de cierta entidad. El objetivo de fondo de estos esfuerzos no era otro que establecer la soberanía sobre extensas áreas y así obtener el derecho de explotar sus recursos. Para ello se apoyó en las leyes internacionales sobre el establecimiento de aguas territoriales en un radio de 200 millas náuticas alrededor de un territorio insular.
Dentro de esta iniciativa del gobierno mexicano se incluía la localización exacta de Isla Bermeja. Si su ubicación en los mapas antiguos era precisa, esta isla podría justificar la reclamación de soberanía de una extensa zona bajo la cual se situaría el acceso a enormes yacimientos de hidrocarburos.
Los tratados firmados entre México y Estados Unidos desde 1978 hasta 2000, a pesar de ser bastante favorables para los intereses mexicanos, ignoraron numerosos territorios insulares de pequeño tamaño.
Por último, cabe mencionar una teoría de corte conspirativo que defiende la existencia de un plan de la CIA para hacer desaparecer algunos de estos territorios, evitando así ulteriores reclamaciones territoriales. Los estadounidenses podrían haber volatilizado Isla Bermeja y otros islotes con bombardeos tácticos en algún momento de la segunda mitad del siglo XX.
Otras razones que podrían explicar la desaparición de esta isla son erosión o los deslizamientos geológicos. En cualquier caso, Google Maps señala hoy la hipotética localización de Isla Bermeja con un interrogante (ver mapa).