Golfo de México
El Golfo de México es una porción del Océano Atlántico norte con una extensión de 1.550.000 kilómetros cuadrados. Según las diferentes interpretaciones, puede ser considerado un mar o bien una cuenca oceánica.
Está conectado por el sur con el Mar Caribe por el Canal de Yucatán y con el Atlántico Norte por el Estrecho de Florida.
El Golfo de México baña las costas de tres países: Estados Unidos, México y Cuba. Sus principales accidentes geográficos son la Península de Yucatán y la Bahía de Campeche en la costa sur, así como la Península de Florida y el Delta del Mississippi en el norte.
El punto más profundo del Golfo de México es la Fosa de Sigsbee (4.384 m), también conocida como el Gran Cañón submarino.
La cuenca el golfo se formó hace unos después del impacto de un gran meteorito hace 66 millones de años, que provocó una extinción masiva de la vida en el planeta. De aquel evento ha quedado como principal vestigio el cráter de Chicxulub, situado cerca de las costas mexicanas a unos 700 metros de profundidad.
La ausencia de grandes mareas, unida a su condición de mar semi-cerrado y con aguas relativamente cálidas ha hecho que el Golfo sea también conocido junto al Caribe como «el Mediterráneo Americano».
Además de su importancia geográfica, el Golfo de México tiene una gran relevancia biológica. Es hogar de una diversidad de especies marinas, incluyendo varias especies de tiburones, delfines y tortugas marinas. También es un importante hábitat de aves migratorias. La rica biodiversidad del golfo se debe en parte a la variedad de hábitats que ofrece, desde arrecifes de coral hasta marismas y manglares.
Hidrología
La Corriente del Golfo transporta las aguas cálidas el Caribe hacia el interior del Golfo, fluyendo en el sentido de las agujas del reloj hacia el Canal de Florida, donde se divide en varios brazos. Esta corriente fluye a una profundidad de entre 1 y 2 kilómetros.
Los diversos ríos que desembocan en el Golfo de México drenan un área de tierra aproximadamente el doble que la del propio golfo, lo cual influye en su índice de salinidad. En la zona central, ésta es comparable a la del Atlántico Norte (36 partes por mil), sin embargo, esta proporción varía notablemente en las aguas costeras, particularmente cerca de la salida de la amplia región del delta del río Mississippi, donde la salinidad puede llegar a reducirse casi a la mitad.
La temperatura de la superficie del mar van desde los 18 ° C en invierno hasta los 40º C en verano en la costa de Yucatán.
El rango de marea es pequeño, con un promedio de 50-60 cm en la mayor parte de la costa.
El clima de la región del golfo varía de tropical a subtropical. Todos los años entre junio y noviembre se dan las condiciones meteorológicas y oceanográficas propicias para el desarrollo de huracanes en cualquier punto del Golfo, que pueden llegar a ser muy destructivos. Estos fenómenos naturales pueden tener efectos devastadores en las comunidades costeras y los ecosistemas marinos, pero también juegan un papel crucial en la regulación del clima regional y global.
Aspectos económicos
Las regiones de la plataforma continental poco profunda del Golfo de México contienen grandes depósitos de petróleo y gas natural. Se han perforado en alta mar frente a las costas de Texas y Louisiana (Estados Unidos) y en la Bahía de Campeche (México). Las explotaciones de hidrocarburos han provocado vertidos de crudo a lo largo de las últimas décadas que han tenido un grave impacto medioambiental, dañando de forma severa a los principales ecosistemas.
Otras actividades económicas que se desarrollan en el Golfo de México son la pesca deportiva, la navegación y el submarinismo, alrededor de las cuales se ha tejido una importante industria turística, especialmente en Florida. Además, el Golfo de México es una ruta comercial vital, con numerosos puertos importantes y una intensa actividad de transporte marítimo. Los productos agrícolas, petróleo, productos químicos y bienes manufacturados son algunos de los principales productos que se transportan a través del golfo.
A pesar de su importancia económica, el Golfo de México enfrenta numerosos desafíos ambientales, incluyendo la contaminación por petróleo y otros contaminantes, la pérdida de hábitats costeros debido al desarrollo humano y el cambio climático, y la sobrepesca. Estos problemas representan una amenaza para la salud de los ecosistemas del golfo y la sostenibilidad de las actividades económicas que dependen de ellos.