Islas Aland
Las islas Aland, también llamadas Aaland, son una provincia autónoma de Finlandia en aguas del mar Báltico, a medio camino entre las costas finlandesas y las de Suecia. El archipiélago está formado por más de 6.700 islas e islotes. Su superficie total es de 1.527 kilómetros cuadrados.
El nombre de estas islas deriva de la palabra «å», que en antiguo nórdico significa agua. Así que Åland se podría traducir como «país del agua».
Estas islas ocupan una posición de gran importancia estratégica, controlando el acceso al Golfo de Botnia por el norte, al Golfo de Finlandia por el este y al puerto de Estocolmo por el oeste.
El relieve de las islas Aland es en general llano y muy rocoso, con largas grietas labradas por la erosión glaciar. En sus costas hay numerosos puertos naturales (pequeños fiordos), mientras que en el interior hay grandes llanuras con vegetación baja, sobre todo en la isla principal, Fasta Åland. La flora y fauna de las islas es rica y diversa, con especies endémicas y migratorias que hacen de las islas un lugar de gran interés para los amantes de la naturaleza.
Fasta Åland es la mayor isla del archipiélago, con una superficie de cerca de 900 kilómetros cuadrados, lo cual es aproximadamente el 70% de todo el territorio insular. En ella vive el 90% de la población de las islas. La isla principal cuenta con una red de carreteras y puentes que conectan las diferentes localidades y permiten un fácil acceso a los visitantes.
Su clima es de tipo oceánico subpolar, con inviernos fríos y veranos frescos. Las precipitaciones, a menudo en forma de nieve, están repartidas de forma regular a lo largo del año. La temperatura media es de 11 °C. Este clima permite el desarrollo de una gran variedad de actividades al aire libre, desde el esquí en invierno hasta la navegación y el senderismo en verano.
Históricamente, las Islas Aland han formado parte del Reino de Suecia hasta principios del siglo XVIII, y del Imperio Ruso hasta la Primera Guerra Mundial. Después quedaron bajo dominio finlandés, aunque con un alto grado de autogobierno. En la actualidad, en muchos aspectos las islas se autogestionan como un país independiente. El movimiento político por la independencia cuenta con el apoyo de solamente un 10% de los alandeses. La cultura y la historia de las islas se reflejan en sus museos, monumentos y festivales, que atraen a visitantes de todo el mundo.
En 1994 el archipiélago celebró su propio referéndum sobre la adhesión a la Unión Europea, con una votación masiva a favor. La situación de las islas dentro de la UE está regulada por un protocolo especial. Este estatus especial ha permitido a las islas mantener su propia moneda, el euro, y establecer sus propias políticas fiscales y aduaneras.
Población y economía
Las islas Aland cuentan con unos 29.000 habitantes, de los cuales unos 12.000 viven en la capital, Mariehamn. El sueco, hablado por más del 90% de la población, es el único idioma oficial del archipiélago. Casi el 80% de los alandeses pertenecen a la Iglesia Evangélica Luterana de Finlandia. La educación en las islas es bilingüe, con la enseñanza en sueco y finlandés, y las escuelas ofrecen una alta calidad de educación a todos los niveles.
La economía de Aland se asienta sobre tres pilares: el transporte marítimo, el comercio y el turismo.
Debido a su localización en un cruce de rutas en el Báltico, las islas son un paso obligado para el transporte marítimo comercial. Los principales puertos son el puerto occidental de Mariehamn y los puertos de Berghamn y Långnäs, todos ellos ubicados en la isla principal. Además, las islas cuentan con un aeropuerto internacional que facilita la llegada de visitantes de todo el mundo.
La importancia del comercio en las islas se basa en la excepción legislativa aprobada por la Unión Europea, que contempla la exención del pago del IVA. Esto ha permitido el desarrollo de un próspero sector comercial, con una amplia gama de productos y servicios disponibles para los residentes y visitantes.
El turismo se ha convertido en una de las principales actividades económicas en las últimas décadas. La mayoría de los visitantes proceden de Suecia o de la Finlandia continental, atraídos por el paisaje natural de las islas y las actividades al aire libre. Además, las islas ofrecen una amplia gama de alojamientos, desde hoteles de lujo hasta campings y casas de alquiler, para adaptarse a todos los gustos y presupuestos.