Emirato de Ahwaz
La región histórica de Ahwaz, conocida también como Arabistán a principios del siglo XX, constituyó un emirato semi-independiente integrado dentro del reino de Persia hasta el año 1924. Se extendió como una estrecha franja costera desde el sur del actual Irak hasta la zona del Estrecho de Ormuz, en el suroeste de Irán.
Arabistán o «Tierra de los Árabes» es un territorio habitado por etnias de origen árabe incrustado en un espacio geográfico de mayoría persa o irania desde el siglo XV. Su autonomía terminó en el siglo XX junto a la de otros pequeños entes políticos como el Emirato de al-Maraziq cuando el entonces Shah de Persia, Reza Khan Pahlevi, decidió centralizar todo el poder y, de paso, controlar los importantes recursos naturales de la región, sobre todo el gas y el petróleo.
La importancia económica de los recursos naturales, como el gas y el petróleo en Ahwaz, sigue siendo crucial para Irán. La región contribuye significativamente a la producción nacional de petróleo, con nuevos proyectos de extracción y refinería incrementando el rendimiento. Estas actividades posicionan a Ahwaz como un pilar económico, aunque el control estatal sobre estos recursos exacerba las tensiones locales.
La resistencia de los árabes de Ahwaz se cristalizó tanto en organizaciones políticas como por acciones armadas hasta la década de los años 70. La represión continuó incluso cuando Persia pasó a convertirse en la República Islámica de Irán en el año 1979. En las últimas décadas, la postura del gobierno iraní hacia Ahwaz se ha mantenido inflexible, aunque ha habido pequeños cambios. En años recientes, el gobierno ha intensificado el monitoreo y la represión de los grupos activistas, mientras que simultáneamente ha tratado de implementar programas de desarrollo económico que, según anuncia, buscan integrar a la región de manera más estrecha al estado iraní. Esto incluye proyectos de infraestructura destinados a mejorar la conectividad interna.
En el mapa actual, los territorios de la región de Ahwaz o Arabistán se corresponden más o menos con los de la provincia iraní de Juzestán. De hecho, la ciudad de Awhaz, con 1,1 millones de habitantes, es la capital provincial. Sin embargo, la ciudad de Muhammara (hoy llamada Khorramshahr) fue en su día a capital del emirato. Hoy es una ciudad portuaria donde viven unos 140.000 habitantes la cual perdió su importancia tras la destrucción causada durante la guerra entre Irak e Irán en los años 80.
Se estima que la población ahwazi es de unos 8 millones de habitantes, aunque no existe un censo oficial. Para los diferentes gobiernos iraníes, la existencia de Ahwaz constituye una seria amenaza para la estabilidad nacional, sobre todo si tenemos en cuenta que la población persa apenas supone el 30% del total del país.
Los cambios demográficos han seguido siendo una característica notable de la región. Una urbanización creciente ha resultado en el desplazamiento de algunos grupos dentro de Ahwaz, lo que ha llevado a un aumento en la población de las áreas urbanas principales, mientras que las áreas rurales experientan pérdida de población joven que busca oportunidades económicas en las ciudades.
La región de Ahwaz cuenta con una rica diversidad cultural, caracterizada por su influencia árabe en la música, danza y festivales locales. La población ahwazi ha preservado su idioma árabe, a pesar de las presiones para asimilarse culturalmente. En las últimas décadas, el interés por revivir tradiciones se ha intensificado, fortaleciendo la identidad cultural local.
Por otra parte, el establecimiento de un ente administrativo autónomo ahwazi supondría la pérdida del acceso directo al mar desde el resto del país y la pérdida del control de importantes recursos económicos. Estas son algunas de las razones por las cuales Teherán no ha variado en su política represiva hacia los movimientos regionalistas e independentistas, muchas veces apoyados por potencias extranjeras y estados vecinos como Irak o Arabia Saudí.
A nivel internacional, la situación en Ahwaz ha captado la atención intermitente de actores internacionales. Aunque el apoyo gubernamental formal ha sido escaso, algunas organizaciones no gubernamentales han denunciado las violaciones a los derechos humanos en la región, buscando atraer apoyo internacional hacia la causa ahwazi.
La represión del estado iraní sobre pueblo ahwazi, en la que se han perpetrado numerosas violaciones a los derechos humanos, es una de las razones por las cuales se sustentan las sanciones económicas impuestas a Irán por parte de la comunidad internacional. Sin embargo, las reivindicaciones políticas de Ahwaz-Arabistán para conseguir un estado propio o incluso una autonomía no cuentan con ningún apoyo internacional.