Desierto de Kavir
El Desierto de Kavir, que recibe otros nombres como Kavir-e Namak (llanuras saladas) o Gran Desierto Salado, es una gran zona desértica que se extiende sobre la meseta central de Irán. Tiene aproximadamente 800 kilómetros de largo por 320 kilómetros de ancho, con una superficie total de aproximadamente 77.600 kilómetros cuadrados.
La cordillera de Elbrus marca el límite septentrional de este desierto. La parte central es conocida como Kavir Buzurg (Gran Kavir), que forma una especie de rectángulo de 300 por 150 kilómetros totalmente deshabitado y con escasa presencia de vida animal o vegetal. Su relieve se caracteriza por la presencia de colinas arenosas. Otra de las partes más desoladas de la región del Kavir es una zona conocida como Rig-e Jenn («las dunas del diablo», en la imagen inferior), considerado un lugar maldito por los antiguos comerciantes que cruzaban el desierto.
En la parte occidental del desierto se encuentra el gran lago salado de Daryahcheh-e Namak, cuya superficie es de aproximadamente 1.800 kilómetros cuadrados. Este lago contiene grandes placas de sal en forma de mosaico y forma parte de una zona ecológica protegida de casi 4.000 kilómetros cuadrados, el Parque Nacional del Kavir.
El clima del Desierto de Kavir es de extrema aridez. Las lluvias son muy escasas y solamente se producen en los meses de invierno y en determinadas zonas. Las temperaturas pueden alcanzar los 50 °C en verano, aunque la temperatura promedio en enero es de alrededor de 22 °C.
El agua que recibe la región procede de los cursos fluviales irregulares de las montañas que la rodean, sobre todo por el norte, donde el desierto adquiere un aspecto más estepario. Estas aguas forman lagos y marismas de carácter estacional. Cuando se secan a causa de la evaporación, dejan un paisaje de lodazales cubiertos de grandes costras de sal.
A causa de sus condiciones inhóspitas, la población humana en la región del Kavir es prácticamente inexistente. A pesar de eso, se desarrollan en ella algunas actividades económicas.
Como la agricultura no es posible (el calor extremo y las tormentas han erosionado la tierra, donde no se puede cultivar nada), algunas comunidades locales practican la ganadería, sobre todo la cría de camellos y ovejas. Solamente en algunos pequeños oasis se da una mínima actividad agrícola sostenida por un sistema de irrigación tradicional muy antiguo basado en pozos de agua conocidos como qanats (en la imagen).
Flora y fauna
La escasa vegetación que se puede encontrar en el Desierto de Kavir se localiza en las zonas marginales, lejos del núcleo central de Kavir Buzurg. Sobre todo pastos y arbustos adaptados a su clima caluroso y árido, así como a los suelos salinos. La planta más extendida es la artemisa.
Las especies de mamíferos más representativas son la gacela persa, el camello, la cabra y el leopardo persa, todas ellas más abundantes en las montañas de los márgenes del desierto. También hay gatos salvajes, lobos, zorros y otros carnívoros. Abundan los reptiles y hay también algunas aves como alondras y avutardas.