Islas Kerguelen
Las Islas Kerguelen, antes conocidas como «Islas de la Desolación», son un archipiélago localizado en el hemisferio sur, en el límite que separa as aguas del Océano Índico y del Océano Antártico. Están consideradas como uno de los lugares más remotos del planeta.
Estas islas se incluyen dentro de las llamadas Tierras Australes y Antárticas Francesas, de la que también forman parte la Tierra de Adelia en la Antártida y las islas Crozet, Amsterdam, Saint Paul e Islas Dispersas.
Las Kerguelen fueron descubiertas oficialmente por el navegante francés Yves-Joseph de Kerguelen-Trémarec en el año 1772. Aunque los nuevos territorios fueron reclamados por Francia, durante muchos años los únicos visitantes asiduos fueron balleneros de otras nacionalidades, principalmente británicos, noruegos y estadounidenses. Desde 1950, las Kerguelen están ocupadas de manera permanente por una misión científica francesa de no más de un centenar de personas.
El clima de Kerguelen es de tipo oceánico frío. Se caracteriza por los fuertes vientos que soplan durante casi todo el año. Las temperaturas medias de los meses más cálidos no suelen superar los 10 ° C. Las precipitaciones son frecuentes y regulares durante todo el año, aunque más abundantes en la mitad occidental del archipiélago.
Grande Terre
La isla principal de las Kerguelen es Grande Terre, con una extensión de 6.675 kilómetros cuadrados, lo cual representa más del 90% del total de las islas. Se localiza en el centro del archipiélago, flanqueada por unas 300 islas menores.
El litoral de Grande Terre se caracteriza por la abundante presencia de penínsulas y fiordos. En uno de estos entrantes, bautizado como Golfo de Morbihan, se encuentra la base de Port-aux-Français, el único lugar habitado (arriba, en la imagen).
El punto más alto de Grande Terre es el Mont Ross, que se levanta frente a la costa sur de la isla y alcanza una altura de 1.850 metros. En el oeste de la isla se extiende el Glaciar de Cook que, con un área de 400 kilómetros cuadrados, es el más grande de Francia.
A pesar de su aislamiento y los rigores del clima, existe una considerable riqueza natural en las islas, Las Kerguelen se incluyen dentro de la ecorregión de tundra de las Islas del Océano Índico Meridional. La vegetación se limita a pastos, musgos y líquenes, mientras que la fauna está formada principalmente por insectos, grandes poblaciones de aves marinas, focas y pingüinos.
A mediados del siglo XX se introdujeron en las islas una serie de especies animales, por lo cual existe hoy en las Kerguelen un importante colonia de gatos salvajes y conejos silvestres. También, aunque su número es reducido, hay ovejas silvestres y renos.