Fronteras lingüísticas entre el francés y el alemán
El alemán y el francés son dos de los idiomas más importantes de Europa., con 95 millones y 80 millones de hablantes respectivamente. Son también, junto a otras 22, lenguas oficiales de la Unión Europea
La distribución geográfica de ambas lenguas se sitúa en Europa central y occidental. El francés se habla en Francia, una parte de Bélgica, Luxemburgo y la franja occidental de Suiza. Por su parte, el alemán es hablado principalmente en Alemania, Austria, gran parte de Suiza y en una pequeña zona de Bélgica.
Debido a su proximidad o vecindad, hay varias regiones del viejo continente en las que ambas lenguas comparten espacio (es el ejemplo de Alsacia, en Francia), y también otras en las que la frontera lingüística está claramente marcada:
Frontera Moselana
Esta frontera lingüística se encuentra en el departamento de Mosela, situado dentro de la región francesa de Lorena, históricamente disputada por franceses y alemanes. Allí es un accidente geográfico (el curso del río Mosela) el que marca el límite.
- Al norte del Mosela se habla el fráncico lorenés, considerado un dialecto del alemán. Allí se encuentran importantes ciudades como Sarrebourg o Thionville.
- Al sur del Mosela se habla lorenés, incluido en la lista de dialectos del francés. La ciudad más significativa de la ona es Metz.
Esta frontera se prolonga hacia el norte penetrando en territorio belga, separando las zonas de Gaume y Aarlon. También hacia el sur, en Alsacia. Allí es la cordillera de los Vosgos la que delimita la distribución de las lenguas: lorenés (francés) al oeste y alsaciano (alemán) al este. Cabe decir que la mayoría de la población de estas regiones habla las dos lenguas.
(El mapa de arriba ilustra la distribución del fráncico lorenés a mediados del siglo XVI. Sus límites han variado ligeramente desde entonces).
Línea Röstigraben
Al sur de Alsacia, ya en territorio suizo, continúa la frontera invisible que marca la extensión de los dominios de estas dos lenguas. En Suiza esta frontera es conocida con el nombre de Röstigraben, que se puede traducir como «División de Rösti, en alusión a un famoso plato de la gastronomía de la Suiza alemana.
En este caso sí se puede afirmar que la frontera no es solamente lingüística, sino también cultural. Los suizos germanoparlantes (dialecto suizo alemán) se consideran muy distintos a los francófonos. Los resultados electorales de la Romandía, nombre con el que se suele conocer a la Suiza francesa, reflejan bien esta dicotomía.
La «Suiza francesa» comprende los cantones de Jura, Fribourg y Valais siendo Ginebra la ciudad más grande. La Línea Röstigraben atraviesa la región más occidental del país de norte a sur. Sus límites son curiosos, a menudo marcados por el curso de un arroyo o por un camino.