Características de los desiertos
El concepto de desierto se define como: una unidad climática donde durante el año precipita menos de 250 mm de agua al año. Sin embargo, pueden pasar largas estaciones temporales e incluso años sin que precipite como es el caso del desierto de Atacama en Chile. Se suele dar en los continentes influenciados por los anticiclones y el efecto Föhen. De esta forma hay desiertos fríos y desiertos cálidos.
Normalmente se asocia a desierto la imagen del paisaje homogéneo del desierto del Sahara, pero no es así. También encontramos desiertos en zonas donde se encuentran países desarrollados como es Estados Unidos, Australia y Rusia, y en países en vías de desarrollo o en subdesarrollados como México, Arabia Saudita, Irán, y en el sur de África en el desierto del Kalahari. Actualmente más del 30% de la superficie de tierra emergida está constituida por desiertos. Las temperaturas de algunos desiertos son muy cálidas llegándose a temperaturas peligrosas para el hombre y otros seres vivos, de forma que la temperatura oscila entre los 20º y 50º, sin tener estación fría. En estas zonas no existe apenas vegetación y los suelos presentan sales o minerales que ayudan al calentamiento del suelo por las largas horas de insolación. Mientras que los desiertos continentales de latitud media presentan unos inviernos fríos dándose en Asia media y central, y el centro-oeste de EEUU, de forma que la temperatura en la estación fría puede llegar a los menos 50ºC.
Sin embargo, existe una zona en los márgenes de los desiertos que se llaman regiones semiáridas donde sí existen precipitaciones más destacables entre 250 y 500 mm. En estas zonas impera el paisaje estepario donde se practica la agricultura aunque con muchos problemas a veces por la falta de agua. También se practica el pastoreo nómada.
Pese a las dificultades climáticas y paisajísticas el hombre ha conseguido instalarse en algunas zonas desérticas realizando estrategias para poder tener producción agrícola mediante la irrigación, y en otros casos se han creado estrategias para crear espacios habitables que estén a resguardo en la medida de lo posible de las difíciles condiciones del clima.
En los desiertos en países subdesarrollados la vida se ha organizado en zonas donde hubiera reservas de agua, por un lado en el Norte de África en Egipto se ha desarrollado durante siglos una agricultura de inundación, con las crecidas y bajadas del caudal de agua del río Nilo. Sin embargo en otras zonas más áridas y desérticas aún en África y el Oriente Medio, la vida se ha organizado en torno a los valles y los oasis. Las aldeas se suelen establecer en las orillas de los uadi, que son zonas que están cercanas a una montaña donde existe lluvia a lo largo del año. En los oasis la actividad se dirige a la extracción del agua que existe en el subsuelo, para ello se construyen pozos para la extracción del agua, que pasa a unos canales para regar las parcelas de huertas y árboles frutales, que tienen formas cuadriculadas.
Por su parte los desiertos que se encuentran en países desarrollados tienen una situación bien distinta. Los campos son trabajados y se utilizan para agricultura y cultivo de plantaciones de árboles frutales, que son irrigados por el agua proveniente de las presas construidas en las partes altas de los ríos, así como de aguas subterráneas que son sacadas con potentes bombas de extracción. Aquí la inversión económica permite superar los grandes obstáculos de las altas temperaturas y tendencia a la desertización del terreno. El ejemplo más importante es el del estado de California en Estados Unidos.