Desierto de Taklamakan
El Desierto de Taklamakan se encuentra en el suroeste de la provincia de Xinjiang, en el noroeste de China. Tiene una extensión aproximada de 337.000 kilómetros cuadrados. Es el segundo desierto de dunas móviles más grande del mundo, sólo superado en tamaño por el inmenso Desierto del Sáhara.
El origen etimológico del topónimo Taklamakan no es claro. Si bien el sufijo makan, que indica «lugar» parece provenir del persa, la palabra takla es objeto de discusión entre los lingüistas. Se acepta que el significado de su nombre es el de «lugar sin retorno», haciendo referencia a su clima árido e inhóspito.
Los límites geográficos del Desierto de Taklamakan están perfectamente definidos por una serie de barreras naturales. El desierto limita al este con los dominios del Desierto del Gobi (a menudo se ha considerado a Taklamakan como una extensión del mismo), al sur con las montañas Kunlun, al oeste con la Cordillera del Pamir y al norte con la Cordillera de Tian Shan.
En este mar de arena las dunas se mueven, cambiando el paisaje constantemente. Las más altas pueden alcanzar hasta 90 metros de altura. Esta circunstancia, sumada a la ausencia casi total de agua, ha provocado que no hayan existido apenas asentamientos humanos en Taklamakan a lo largo de la historia. Los escasos poblamientos, situados en los márgenes, sufren periódicamente tormentas y desplazamientos de arena que con frecuencia obligan a sus habitantes a abandonar sus hogares.
La localización continental del Desierto de Taklamakan contribuye a un clima extremo con veranos muy calurosos (medias de temperatura en torno a 40º C) e inviernos gélidos a causa de la llegada de masas de aire siberiano desde el norte. Las temperaturas invernales pueden descender hasta los 120º C en algunos días.
Aún así, en Taklamakan hay algunos oasis destacados:
- Kuqa y Turfán en el norte.
- Kasgar, Yarkand y Heitan en el sudoeste.
- Loulan y Dunhuang en el este.
Los cursos fluviales son principalmente subterráneos y todos ellos forman parte del la cuenca del Tarim. La única excepción es el río Yurungkash (cuyo nombre se traduce como «río de jade blanco»), llamado así por los depósitos de jade que se encuentran en su lecho.
La Ruta de la Seda evitó durante siglos esta región desviándose bien por el norte o bien por el sur. En la actualidad, hay dos carreteras y una línea de ferrocarril que atraviesan el Desierto de Taklamakan, vías de comunicación construidas por el gobierno chino a finales del siglo XX.