Las aguas subterráneas
Las aguas subterráneas forman un conjunto de agua dulce bajo la superficie del suelo, a diferentes niveles de profundidad. Resulta muy difícil cuantificar qué porcentaje de agua dulce del mundo suponen, frente al agua contenida en los glaciares y las que forman los ríos y lagos de planeta. Algunos estudios cifran su volumen en 23 millones de kilómetros cúbicos.
Generalmente se pueden hallar esas aguas en forma de cursos fluviales o bien de depósitos o acuíferos. Los primeros serían el equivalente subterráneo a los ríos dela superficie y los segundos el equivalente a los lagos. Otras veces, el agua no forma un cuerpo regular, sino que se encuentra infiltrada en las rocas de ciertos tipos de suelos.
En los suelos compuestos por rocas solubles (calizas, yesos, etc) el agua penetra en ellas, dando lugar al proceso de karstificación, que da como resultado la excavación de galerías, cuevas y simas.
En muchos lugares del planeta, las aguas subterráneas constituyen la única fuente de agua potable disponible. Esta abastecería a cerca de la mitad dela población mundial.
Acuíferos
Parte del agua de las precipitaciones, la que no se queda en la superficie y es arrastrada por los ríos, se filtra bajo formando depósitos llamados acuíferos. Las características físicas de las rocas que envuelven el depósito determinan su tipología. Según su estructura pueden ser lagos subterráneos (en depresiones), ríos subterráneos (en planos inclinados) o manantiales o pozos artesianos (en caso de acuíferos confinados, cuando la presión empuja el agua hacia la superficie).
En líneas generales, se distinguen tres tipos de acuíferos:
- Acuífero libre. Se encuentra sobre una capa impermeable y dispone de una zona de aire sobre él, libre depresión (ver el ejemplo de la foto superior).
- Acuífero confinado o cautivo. Se halla rodeado de paredes impermeables, excepto la zona de filtración, y está sometido a altas presiones.
- Acuífero costero. Puede ser libre o confinado, pero su característica principal es la mezcla de agua dulce y salada en diferentes proporciones.
Contaminación de las aguas subterráneas
Si bien el agua subterránea tiende a ser dulce y potable, en muchas ocasiones es objeto de contaminación, principalmente por la acción del ser humano (vertidos de residuos, excavación de fosas sépticas, explotaciones mineras, mal uso de fertilizantes para los cultivos, etc), aunque también es posible por causas naturales (erosión de cierto tipo de rocas, intrusión salina, etc).
Debido a la baja tasa de renovación de estas aguas y su largo tiempo de residencia, la contaminación de los acuíferos puede prolongarse durante mucho tiempo y su regeneración es lenta y muy costosa.
Las consecuencias del envenenamiento de los acuíferos no es solo dañina para el medio ambiente, sino que también tiene un impacto muy negativo en las zonas habitadas por el ser humano, causando enfermedades (presencia de bacterias peligrosas) o simplemente eliminando el acceso a fuentes de agua potable, vitales para la supervivencia.