El relieve kárstico
La caliza es un tipo de roca muy especial. A pesar de ser una roca sedimentaria su origen, en el que tiene que estar presentes el agua y los seres vivos, le dan una coherencia tal que la hace muy resistente a los agentes erosivos que atacan eficazmente a otras rocas sedimentarias. La caliza, por el contrario, en lugar de fragmentarse, se disuelve en agua. Producto de esa disolución se forma el relieve kárstico (o cárstico). En realidad el relieve cárstico no sólo se desarrolla sobre calizas, sino también sobre dolomías (un tipo de caliza), yesos, sal gema, y cualquier roca carbonatada o evaporítica.
La caliza es, fundamentalmente, carbonato cálcico, que es lo que se disuelve en agua, pero contiene impurezas. La acumulación de esa impurezas se llama terra rossa.
Debido a la disolución de la roca caliza podemos distinguir un relieve kárstico externo, y un relieve kárstico interno.
El relieve kárstico externo
La forma más elemental de disolución de la caliza es el lapiaz. Los lapiaces son huecos superficiales que pueden ir desde unas dimensiones milimétricas hasta algunos metros. La forma básica presenta un fondo plano rodeado de vivas aristas; aunque cuando aparece sobre una pendiente muy pronunciada adopta un aspecto lineal, como los tubos de un órgano.
Cuando el lapiaz se desarrolla suficientemente y termina por crear una depresión cerrada aparecen otras formas de relieve crástico:
1.- La dolina es una depresión cerrada de planta circular o elíptica. Tiene unas dimensiones que van desde algunos decenas de metros hasta varios centenares. Normalmente tienen un fondo plano recubierto de terra rossa. No obstante, como en el fondo suele acumularse el agua, allí la disolución es mayor y termina por aparecer un sumidero hacia una cueva. En este caso el fondo puede tener una forma de embudo. Si está muy cerca de la costa es posible que el mar invada el fondo de la dolina.
2.- La uvala se produce cuando varias dolinas crecen hasta juntarse en una sola depresión. Debido a esta coalescencia tienen forma alveolar.
3.- Un poljé es una depresión extensa de fondo plano y dimensiones kilométricas, cerrada por vertientes escarpadas. Teóricamente es una uvala de grandísimas dimensiones. En un poljé existen formas kársticas menores: uvalas, dolinas y lapiaces. Debido a las grandes dimensiones de los poljés sobre ellos se desarrolla una red hidrográfica, pero se trata de una depresión cerrada, así que para evacuar las aguas deben de tener un sumidero que da acceso a un río subterráneo. El entorno de ese sumidero suele ser una zona pantanosa, ya que en épocas de grandes lluvias se puede inundar. Todo depende del tamaño del sumidero y de las lluvias que caen.
El relieve kárstico interno
El relieve kárstico interno forma las cuevas. Tienen su origen en ríos subterráneos que circular por el interior de la roca caliza, y entran en ellas a través de sumideros. Estos ríos aprovechan las debilidades de la roca para progresar por el interior de la roca. A medida que el agua del río va disolviendo la roca caliza en el interior va abandonando su antiguo curso para encontrar un curso inferior. De esta manera es posible ver cueva secas, abandonadas por los ríos.
Dentro de una cueva la forma más elemental es la galería, que es esencial para que discurra el agua. Pero esas galerías pueden complicarse mucho, estrechándose (túneles y pasillos), ensanchándose (bóvedas), ramificándose en varios cursos, e incluso obligando al agua a ascender (sifones).
Las galerías recién abandonadas tienen altos grados de humedad y en sus paredes circulan pequeñas gotas de aguas cargadas de carbonato cálcico. Estas gotas, en lugar de disolver la caliza la precipita de nuevo, formando estalactitas (que cuelgan del techo) y estalagmitas (que se levantan del suelo). Cuando una estalactita se une a una estalagmita forma una columna.
En ocasiones toda la roca que hay encima de una galería termina por derrumbarse y desaparecer. Se forman así las hoces y los cañones, tajos muy profundos rodeados por paredes verticales muy cerca unas de otras con un río en el fondo.
Tras su viaje por el interior de la roca caliza el río sale al exterior por una surgencia.