Corrientes del Océano Pacífico Norte

La circulación oceánica en el Océano Pacífico Norte está determinada por el llamado Giro del Pacífico Norte, el cual se mueve desde la zona tropical hasta el ártico siguiendo el sentido de las agujas del reloj. Está determinada por cuatro grandes flujos marinos: la Corriente Ecuatorial del Pacífico, la Corriente del Kuroshio, la Corriente del Pacífico Norte y la Corriente de California.
El giro subtropical se mantiene por la acción conjunta de los alisios y los vientos del oeste, que impulsan transporte de Ekman hacia el centro oceánico.
La convergencia resultante y la fuerza de Coriolis generan la llamada intensificación occidental, responsable de un chorro rápido como el Kuroshio y de una corriente oriental más ancha y lenta como la Corriente de California.
Debido a su gran extensión, en el espacio central que se extiende en el centro del giro hay también una serie de corrientes menores que fluyen en diversos sentidos y con diferentes grados de profundidad.
En el interior del giro se establece una convergencia subtropical persistente, donde las aguas superficiales se acumulan por la circulación anticiclónica y el transporte convergente.
Ese patrón retiene materiales flotantes y microplásticos, originando la acumulación conocida como la Gran Mancha de Basura del Pacífico entre Hawái y California.
En general, las corrientes del Océano Pacífico no han sido tan bien estudiadas como por ejemplo las del Atlántico. Además, presentan un grado mayor de complejidad a causa de la distribución de los continentes y a la topografía del fondo marino.
La Corriente Ecuatorial del Pacífico fluye de este a oeste sobre los paralelos 10° norte y 20° norte. Es una corriente ancha y superficial empujada por los vientos alisios del este y noreste. Al alcanzar el archipiélago de Filipinas se bifurca: una parte de la corriente se desvía hacia el sur penetrando en Insulindia y la mayor parte fluye hacia el norte. El ramal meridional forma la Corriente de Mindanao, y parte de esas aguas ingresa a los mares indonesios mediante el Flujo Indonesio, que conecta Pacífico e Índico.
La Corriente de Kuroshio (llamada también «corriente negra») es la prolongación de la Corriente Ecuatorial del Pacífico hacia el noroeste. Debe su nombre al color oscuro del agua, pobre en nutrientes. Fue descubierta por el español Andrés de Urdaneta, que la bautizó como «tornaviaje», siendo usada por los galeones que navegaban desde Filipinas de regreso a América.

Es una corriente cálida y rápida que recorre la costa oriental de Asia hasta Japón. Allí una pequeña parte penetra en el Mar de Japón dando lugar a las corrientes del Mar Amarillo, del Este de Corea y de Tsushima (todas ellas cálidas), mientras que la corriente principal, ya debilitada, se proyecta hacia el noreste.
Las corrientes frías de Oyashio (también llamada de las Kuriles) y Kamchatka, procedentes del Ártico, desvían la corriente de Kuroshio hacia el este al sur del Mar de Bering. Así es como se origina la Corriente del Pacífico Norte, que alcanza las costas americanas, donde se divide. Al norte de esta, y fluyendo en la misma dirección, se encuentra la Corriente de las Aleutianas.
Una parte de sus aguas viajan al norte para formar la Corriente de Alaska, de aguas cálidas, mientras que la corriente principal gira hacia al sur, creando la Corriente de California, que fluye a unos 400 kilómetros de la costa. Esta corriente lenta y fría forma un conjunto con la Corriente de Davidson, más cercana al litoral, que fluye en sentido contrario. En primavera y verano, vientos con componente ecuatorial inducen surgencias, elevando aguas frías y nutritivas a lo largo de la costa de California. En invierno, la Corriente de Davidson se refuerza como flujo costero hacia el polo y se opone a la Corriente de California cerca de la costa.
A la altura de México, la Corriente de California se aleja aún más de la costa y completa el giro alimentando a la Corriente Ecuatorial del Pacífico en su viaje hacia el oeste.