El mar interior de Australia
Durante muchos años, hasta que a exploración cartográfica de Australia no se completó, se creyó en la existencia de un gran mar interior en el centro de la isla-continente.
En las primeras décadas del siglo XIX los exploradores británicos había cruzado la Gran Cordillera Divisoria hacia el oeste en varios puntos, descubriendo numerosos ríos: Darling, Macquarie, Murray, Murrumbidgee y otros. Dado que todos ellos fluían hacia el oeste, se desarrolló una teoría de que debía existir un vasto mar interior en el que desembocaban. Esta idea se apoyaba en que en toda la costa (ya explorada casi en su totalidad) no se había descubierto ningún gran delta que se correspondiera con estos cursos fluviales.
Basándose en estas suposiciones, el británico Thomas J. Maslen aventuró la localización y los contornos de este mar interior australiano en un famoso mapa (el que encabeza esta entrada). La idea de este oficial retirado de la Compañía de las Indias Orientales fue plasmada en un libro llamado «El amigo de Australia» (1832), lleno de teorías fantasiosas.
El misterio fue resuelto por Charles Sturt, que llevó a cabo una exploración al interior de Australia entre 1829 y 1830 desde la desembocadura del Murray. Remontando el río, llegaron hasta la confluencia de los ríos Murray y Darling. Además de certificar la inexistencia de este mar interior, esta expedición abrió las puertas a la colonización europea de la Australia Meridional.
Aun así, todavía hubo nuevas expediciones para dar con el mar imaginado por Maslen en las décadas posteriores. Todas ellas sin éxito, obviamente.
El futuro mar interior australiano
Sin embargo, si bien es cierto que no existe ningún mar interior en tierras australianas, la geología indica que probablemente sí existirá uno en el futuro, aunque en una ubicación diferente a la imaginada por Maslen.
Un eventual aumento del nivel del mar derivado de un proceso de calentamiento global prolongado, modificaría la línea de costa de todos los continentes. En el caso de Australia, además de un ensanchamiento de los límites del Golfo de Carpentaria al norte, la consecuencia más notable sería la inundación de la región meridional donde hoy se encuentran los lagos salados de Eyre, Girdner, Torrens y Frome, que ocupan una gran zona de depresión.
El resultado de esta inundación se reflejaría en el surgimiento de una gran masa de agua interior en el centro-oeste de la isla, tal y como se muestra en el mapa de arriba. Otra segunda masa de aguas interiores aparecería también al suroeste en la cuenca baja del río Murray.