La Línea Hu
La Línea Hu (también llamada Línea Heihe-Tengchong) es una recta imaginaria que divide el territorio de China en dos. Esta división no oficial es en cambio muy esclarecedora, pues muestra las importantes diferencias demográficas, económicas, culturales y políticas del gigante asiático.
Esta línea invisible une dos puntos extremos del país: Heihe, a orillas del río Amur, en el norte; y Tengchong, al suroeste, junto a la frontera de Myanmar. En total, una gran diagonal de 3.750 kilometros trazada en el año 1935 por el geógrafo chino Hu Huanyong con la idea de ilustrar la irregular distribución demográfica del país.
Cuando Hu estableció esta línea, el interior del país (62% de la superficie) sólo estaba habitado por el 4% de la población total. Desde los años 30 hasta hoy, la población del país ha pasado de 500 millones a casi 1.400 millones, pero este desequilibrio ha permanecido constante.
Después de los cambios territoriales que supuso la independencia de Mongolia en 1946, esta desproporción se mantuvo dando lugar a las cifras actuales:
- Al oeste de la línea Hu se extiende el 57% del terrtorio, donde vive el 6% de la población (densidad de población: 15,3 hab/km²).
- Al este de la Línea Hu se extiende el 43% del territorio, donde vive el 94% de la población (densidad de población: 314,8/km²).
Razones que explican la Línea Hu
Esta llamativa dicotomía demográfica ha persistido en el tiempo por dos motivos fundamentales: el clima y el territorio.
Al este de la línea se encuentra la China de los ríos y las llanuras fértiles. El clima suave permite que los cultivos pueden abastecer a la población; en cambio, al oeste de la línea se extienden zonas montañosas y grandes desiertos. desiertos, montañas y mesetas. El cima es seco y la escasez de agua obstaculiza el desarrollo de los asentamientos humanos.
Existe todavía un tercer factor que juega un papel importante en esta división. Si bien China es en general un país étnicamente muy homogéneo (el 92% de la población pertenece a la etnia Han), la mayor parte de ese 8% formado por las diferentes minorías étnicas vive al oeste de la línea. Los ejemplos más ilustrativos son las regiones del Tíbet y Xinjiang.
Objetivo: eliminar la Línea Hu
«Borrar» la Línea Hu es uno de los grandes objetivos del gobierno chino en las últimas décadas. Para alcanzar esta meta existen ambiciosos planes de desarrollar y modernizar la economía de esta parte país y dotar a las regiones del interior de industrias e infraestructuras.
Estas medidas tendrían como consecuencia un éxodo masivo de trabajadores hacia las regiones de la China occidental, en principio promovid y alentado por el gobierno, aunque probablemente haya sobre la mesa planes de migración forzosa.
Curiosamente, las minorías étnicas de China no ven con buenos ojos estos planes. Su principal temor es que esto acarree consecuencias negativas para su cultura y sus modos de vida. Es posible que su actual importancia demográfica quede diluida en mitad de una nueva China interior repoblada con grandes contingentes de chinos han llegados del este.