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Isla de Juan de Lisboa

Publicado por Daniel Terrasa

juan de lisboa

Juan de Lisboa es el nombre de una isla supuestamente localizada al sureste de Madagascar, en aguas del Océano Índico. Tanto ella como la Isla Dos Romeiros (ubicada más hacia el este) aparecieron representadas por primera vez en el mapa del geógrafo holandés Johannes van Keulen, en 1689. Su existencia fue puesta en duda siglos después, para ser finalmente refutada.

A pesar de su nombre portugués, parece ser que esta isla fue avistada por primera vez por navegantes franceses a finales del siglo XVII. Fueron estos exploradores quienes dieron fe de la localización aproximada y del contorno de la isla, semejante al de la figura de un delfín.

La isla se convirtió en un mito a mediados del siglo XVIII después de un curioso suceso acaecido en las costas malgaches. Al parecer, en algún punto del sureste de Madagascar, un misionero llamado Maurice Benyovszky había establecido una colonia religiosa que con el tiempo devino una especie de micro-estado que actuaba al margen del poder colonial francés.

Los franceses decidieron acabar con esta anomalía por la vía militar, obligando a Benyovszky a huir. Primero, refugiándose en las selvas del interior y después escapando por mar con sus más fieles a la isla de Juan de Lisboa. Los descendientes del misionero sostuvieron mucho tiempo después que la isla estaba habitada y los nativos recibieron a Benyovszky con honores.

Con el tiempo, el misionero habría fundado allí una ciudad y un próspero estado insular que finalmente desapareció a manos de los traficantes de esclavos de la zona del Índico, que decidieron hacer de la isla de Juan de Lisboa su centro de operaciones.

Isla fantasma

Esta rocambolesca historia fue la que refirieron unos esclavos de nombre y aspecto europeo en el año 1888 al capitán del SMS Leipzig, un buque de guerra alemán. Los alemanes luchaban entonces por reafirmar el dominio de sus colonias y pacificar las costas de África Oriental, donde operaban piratas y traficantes de todo tipo. Los europeos liberados por el SMS Leipzig aseguraban ser descendientes directos de Benyovszky. Después de aquello, los alemanes se esforzaron por dar con la ubicación exacta de la Isla Juan de Lisboa, sin éxito. Posteriores exploraciones llegaron a la conclusión de que la isla no era más que un mito.

En realidad, ya en 1771 la Compañía Francesa de las Indias Orientales había emitido un informe en el que se afirmaba que la isla de Juan de Lisboa era una «isla fantasma» que no existía más allá de los relatos poco fiables de algunos piratas y aventureros.

Esta conclusión fe tomada como definitiva después de los vanos intentos de la Armada francesa (algunos de ellos capitaneados por Yves Joseph de Kerguelen) para localizar la isla y tomar posesión de ella antes de que lo hicieran los británicos.