Geografía

El suelo

Publicado por Santiago

Estructura del suelo.En biología (y por lo tanto en biogeografía) se llama suelo al producto de la interacción entre el manto biológico y el sustrato mineral de la Tierra. Es, pues, un compuesto organomineral (tiene una parte mineral y otra biológica) que se convierte en el sustento de otras especies, tanto vegetales como animales.

El suelo se forma por la descomposición de la roca madre, debido a factores climáticos (agua y temperatura) y a la acción de los seres vivos. La roca madre es el sustrato mineral sobre el que se asientan los seres vivos, especialmente, plantas y bacterias.

Si la roca madre pone lo mineral, la vegetación pone la parte orgánica. La descomposición de la vegetación, junto con aportes de la fauna y las bacterias, forma el humus. La parte orgánica aporta minerales, que no estaban, necesariamente, en la roca madre, y gases como amoniaco, nitratos y fosfatos. Todo esto constituye el alimento esencial para mantener el metabolismo de los diferentes seres vivos.

En el suelo se distinguen tres horizontes, aunque no todos los suelos tienen porqué tenerlos todos. Dependerá de su evolución.

1.- El horizonte A es en el que se encuentran los elementos orgánicos básicos. Es la parte más superficial del suelo. Sobre él se pueden encontrar los restos recién caídos que aún no están incorporados al suelo. Es el llamado mantillo.

2.- El horizonte B es en el que se encuentran los materiales más finos procedentes del horizonte A y que han sido arrastrados por la acción del agua (lixiviación).

3.- El horizonte C es la zona de contacto entre el suelo y la roca madre; allí donde la roca madre se disgrega. Tiene, por lo tanto, fragmentos minerales muy gruesos, y elementos biológicos muy finos, ya que hasta allí los arrastra la acción del agua.

Dependiendo de las características biológicas podemos diferenciar diversos tipos de humus: humus elaborado (mull), humus bruto (mor) y turba. Cada uno de ellos es característico de un tipo de clima y de un tipo de vegetación.

Pero también se pueden distinguir los suelos por su grado de evolución:

1.- Suelos no evolucionados. Caracterizados porque no tienen horizonte B.

2.- Suelos poco evolucionados. Con un horizonte B muy débil o inexistente y cuyas características dependen de la roca madre.

3.- Suelos evolucionados. Con los tres horizontes perfectamente marcados, y cuyas características son, en buena medida, independientes de la roca madre.

Los suelos también se pueden clasificar por características especiales, como la presencia de agua (suelos hidromorfos), o de sal (suelos halomorfos), o un pH bien ácido (suelos ácidos) bien básico (suelos básicos), o un suelo permanentemente helado (permafrost). Todo ello hace del suelo un campo especial de estudio.