La escala de los mapas
Un mapa es un dibujo plano en el que se representa el paisaje recurriendo a ciertos convencionalismos. Los colores, las formas, el relieve se rigen por un código que nos informa de qué elementos hay en el paisaje y cómo están dispuestos. Leyendo un mapa nos hacemos una idea bastante buena de qué vamos a encontrar sobre el terreno. Uno de esos convencionalismos, y que es común a todos los mapas, es la escala.
La escala es la representación proporcional de los objetos. Todo mapa debe de indicar la escala a la que está hecho, ya que es la única manera de saber el tamaño de lo que se está representando. Existen dos maneras de representar la escala, gráfica, una barra dividida en tramos blancos y negros, en la que se indican las distancias, y numérica una división del tipo 1:50.000 gracias a la cual podemos medir distancias y calcular matemáticamente la correspondencia exacta.
Las escalas numéricas tipo 1:50.000 significan que una unidad en el mapa equivalen a 50.000 en la realidad. Estas unidades pueden ser de cualquier tipo, kilómetros, millas, metros cuadrados, etc. Así, un centímetro cuadrado en el mapa son 50.000 centímetros cuadrados en la realidad, o lo que es lo mismo 500 metros cuadrados; de la misma manera dos centímetros lineales en el mapa son 100.000 centímetros en la realidad (50.000 x 2), es decir 1000 metros, un kilómetro.
En suma, para calcular la distancia real debemos medir la distancia en un mapa y multiplicarla por la escala. Para pasar de la distancia real a la representación sobre un mapa debemos dividir entre la escala. Siempre obtendremos resultados en las unidades en las que hayamos tomado las medidas. Si medimos en un mapa en centímetros obtendremos centímetros, y seguramente habrá que pasarlos a metros o kilómetros para hacernos una idea de la realidad mejor. Si medimos en la realidad en metros o kilómetros obtendremos metros o kilómetros, y habrá que pasarlos a centímetros o milímetros para dibujar sobre el mapa.
En una escala (y puesto que es una división) cuanto mayor sea el denominador más pequeño será el mapa final que obtengamos. Así, para la misma superficie diremos que una escala es grande cuanto mayor sea el mapa que obtengamos, y pequeña cuanto menor sea ese mapa. De esta manera si queremos dibujar nuestro país y usamos una escala 1:1.000.000 necesitaremos una hoja más grande que si usamos una escala 1:5.000.000
Las escalas más pequeñas de 1:5.000 necesitan una proyección para poder representar las superficies. Dependiendo de qué proyección se utilice la deformación en los bordes de la hoja puede ser mayor o menor. En escalas muy pequeñas, en las que se representa un continente o todo el mundo la referencia de la escala sólo es buena para el centro del mapa, ya que la deformación en los extremos puede ser tan importante que la escala real sea otra. A estas escalas los símbolos que indican la posición de las cosas no están a escala, y son mucho más grandes que la realidad.
Las escalas mayores de 1:5.000, aunque pueden tenerla, no necesitan de proyección, y consideran la superficie como un plano, y por eso se llaman planos. Se usan estas escalas en la representación de edificios y en los callejeros de las ciudades. A estas escalas los símbolos que representan las cosas están a escala.
Dependiendo de cuál sea la escala aparecen ante nuestros ojos diferentes motivos de estudio. A escala de 1:1.000 y 1:5.000 se pueden estudiar fenómenos de mucho detalle. Con escalas entre 1:5.000 y 1:20.000 podemos representar planos callejeros de ciudades. Entre 1:20.000 y 1:50.000 podemos estudiar comarcas y municipios. Entre el 1:50.000 y el 1:200.000 podemos estudiar provincias y regiones, y las carreteras. Entre 1:200.000 y 1:1.000.000 podemos ver las regiones y los países. A escalas inferiores a 1:1.000.000 podemos ver continentes y hasta el mundo entero.
El mapa más usual en el estudio geográfico es el de escala 1:50.000. A esta escala está representado en mapa topográfico básico de todos los países.