Corea del Sur: clima, flora y fauna
El clima de la Península de Corea está marcado por la influencia de la gran masa continental asiática. Esto se traduce en temperaturas extremas tanto en verano como en invierno, siguiendo el patrón de un clima continental. Por otra parte, las costas están expuestas a los monzones del noreste de Asia, una serie de vientos estacionales que afectan al régimen de precipitación.
A grandes rasgos, la amplitud térmica es mayor en el interior del país y a lo largo de la frontera norcoreana. En el litoral la continentalidad se diluye y las temperaturas, independientemente de la estación, son menos extremas.
En Corea del Sur los inviernos son fríos y secos, mientras que los veranos son cálidos y húmedos. Durante la época invernal, las temperaturas medias mensuales rondan los 0º C a excepción de la costa meridional. En Seúl por ejemplo la media de enero es de -5º C, mientras que en Busan, más al sur, es de 2º C.
En cambio, las temperaturas estivales son bastante uniformes. La media de agosto, el mes más caluroso, es de unos 25º C.
Las precipitaciones, que oscilan entre 900 y 1.500 mm al año, están distribuidas de forma irregular por el territorio peninsular. La región menos lluviosa de Corea del Sur es la franja central, situada al sur de la capital Seúl. La parte meridional es la que más precipitaciones anuales recibe, en especial la isla de Jeju, donde se registran más de 1.800 mm al año.
También la distribución de lluvias a lo largo del año es irregular. Más de la mitad de las precipitaciones se concentran en los meses de junio, julio y agosto. A finales de verano suelen producirse tifones que azotan las costas con violencia, especialmente la del Mar de Japón.
Flora y fauna
A pesar de la deforestación de grandes áreas, a lo largo de toda la península coreana cuenta todavía se puede encontrar una abundante y variada vegetación. Sólo en el sur se han catalogado más de 4.500 especies vegetales diferentes.
En las zonas montañosas hay grandes masas forestales de pinos y abetos, mientras que en las zonas más bajas crecen árboles caducifolios como el olmo, el arce o el álamo. En las costas del sur hay también bosques de bambú. Entre las principales especies endémicas destacan la abelia coreana, un arbusto de la familia del olivo, y el abeto coreano.
Los bosques coreanos albergan una fauna muy variada. En ella encontramos numerosos mamíferos y aves rapaces como búhos y halcones. Los grandes felinos (tigres, leopardos, linces) que en el pasado habitaron estas tierras se encuentran hoy amenazados de extinción en Corea del Sur tanto por culpa de la caza ilegal como por la destrucción de sus hábitats.
Curiosamente la existencia de una enorme zona desmilitarizada de más de 1.000 km² a ambos lado de la frontera entra ambas Coreas, ha resultado muy beneficioso para el medioambiente. Este aislamiento ha hecho de esta zona una de las áreas naturales mejor preservadas del mundo.