El bosque ecuatorial
El bosque ecuatorial es la biocenosis propia del clima ecuatorial lluvioso. Se diferencian dos subtipos el bosque ombrófilo y el bosque semiombrófilo.
Lo más característico del bosque ecuatorial es la infinita variedad de especies, tanto vegetales como animales, y los pocos individuos de cada especie que se encuentran en una unidad de superficie. Debido a tal biodiversidad, y a las condiciones del bosque ecuatorial, muchas de las especies que lo componen no se conocen.
El bosque ombrófilo (de ombros: lluvia), también llamado pluviisilva (selva lluviosa), lauriisilva (selva de laurel) se caracteriza por tener unas condiciones hídricas óptimas. La vegetación tiende a tener una hoja ancha pero perenne.
El bosque semiombrófilo es propio de regiones en las que algunos meses al año las precipitaciones son menos abundantes. Esto hace que durante ésa época parte de la vegetación pierda su hoja. No todas las especies pierden la hoja al mismo tiempo, sino que dependen de la resistencia a la reducción de aportes de agua. Así, no se pueden diferenciar estaciones a causas de un paisaje en el que los árboles tengan menos hojas.
El bosque ecuatorial tiene una distribución mayor que su clima característico, ya que puede parecer en zonas de clima tropical seco y húmedo gracias al desarrollo de un bosque galería en torno a los grandes ríos y los lagos.
Los bosques ecuatoriales presentan un paisaje muy abigarrado, denso, exuberante. A diferencia de otras biocenosis no hay una especie que domine. Encontramos especies propias en todos los pisos, lo que le da al bosque ecuatorial un aspecto anárquico.
Además de la diversidad de especies, el bosque ecuatorial se caracteriza por su estructura vertical compleja. Los árboles más altos pueden alcanzar hasta 60 metros de altura, creando una cubierta densa que bloquea gran parte de la luz solar. Debajo de esta cubierta, se encuentran varios estratos de vegetación, incluyendo árboles más pequeños, arbustos, helechos y plantas trepadoras.
Entre las especies representativas del bosque ecuatorial están: laurisilva, caoba, bosé, bambú, eucaliptos, ocume, hevea, etc. El sotobosque está compuesto de lianas, orquídeas, leguminosas y millones de especies poco conocidas. La luz que llega al suelo es muy poca, por lo que la competencia por la luz es muy intensa. El estrato herbáceo es el más pobre de todos.
La fauna es, también, muy variada. Como en la vegetación encontramos gran cantidad de especies y muy pocos individuos de cada una de ellas. Podemos encontrar monos, grandes reptiles, cocodrilos, leones, panteras, cotorras, tucanes, simios, perezosos, ardillas, insectos, arácnidos, etc. Una de las características más destacadas de la fauna es que en todos los estratos del bosque ecuatorial encontramos especies especializadas en ellos.
Además, el bosque ecuatorial es un ecosistema de gran importancia para el ciclo del carbono global. Los árboles y otras plantas del bosque absorben dióxido de carbono de la atmósfera y lo almacenan en su biomasa a través del proceso de fotosíntesis. Esto hace que los bosques ecuatoriales sean uno de los principales sumideros de carbono del planeta.
Es importante destacar que los bosques ecuatoriales están amenazados por la deforestación y la degradación debido a la expansión de la agricultura, la explotación maderera y la minería. Estas actividades no solo amenazan la biodiversidad del bosque, sino que también contribuyen al cambio climático al liberar grandes cantidades de carbono almacenado en la vegetación y el suelo del bosque.