Volcanes de África
La actividad volcánica en el continente africano se concentra principalmente a lo largo del Gran Valle del Rift, una sucesión de fallas que se extiende a lo largo de casi 4.500 kilómetros desde el Golfo de Adén al norte hasta la región de los Grandes Lagos al sur.
La progresiva separación de las placas tectónicas somalí y africana tiene como consecuencia la aparición de fallas y volcanes, muchos de ellos todavía activos.
El más alto de estos volcanes, y al mismo tiempo el pico más alto de África, es el Kilimanjaro (5.895 m), en Tanzania.
El Kilimanjaro (en la imagen superior) es un estratovolcán formado por tres volcanes menores: Shira, Mawenzi y Uhuru, el más elevado de los tres. Se le considera un volcán dormido cuya última erupción tuvo lugar en el año 1991, si bien expulsa regularmente columnas de humo y conserva cierto nivel latente de actividad.
También en Tanzania se encuentra el Ol Doinyo Lengai (2.960 m), montaña sagrada para el pueblo masai, en el que se registran erupciones moderadas pero frecuentes, y en la vecina Kenia destaca el Monte Kenia (5.199), segundo pico más alto de África, completamente inactivo.
En Etiopía el volcán Erta Ale (613 m) no destaca por su altura, aunque sí por su actividad, ya que lleva más de 50 años expulsando lava de forma más o menos constante.
En la región de África Central también hay varios volcanes importantes como el Nyiragongo (3.470 m) en la República Democrática del Congo, con su espectacular cráter de dos kilómetros de ancho (en la imagen superior). Este es un volcán activo y muy peligroso, que ha causado una gran devastación en sus últimas erupciones. También en esta misma área geográfica se hallan los volcanes Karisimbi (4.057 m), Nyamuragira (3.058 m) y Muhabura (4.127 m).
El Monte Camerún (4.095 m), también conocido como Monte Fako, cuenta con más de un centenar de pequeños conos volcánicos. Aunque las erupciones en las últimas décadas han sido de escasa importancia, el volcán expulsa frecuentemente cenizas y gases muy tóxicos y peligrosos.
En la región del Sáhara destaca el volcán Emi Koussi (3.415 m), situado en el territorio de Chad, dentro del sistema orográfico del Tibesti. Está formado por dos grandes calderas. La mayor de ellas, de 12 por 15 kilómetros, es visible desde el espacio. El otro gran volcán de este país es el Tarso Toussidé (3.265 m).
En la África insular se encuentran también destacados volcanes. Por ejemplo, en la isla de La Reunión, en el Océano Índico, se halla un espectacular volcán: La Piton de la Fournaise (2.632 m), en la imagen superior, considerado uno de los más activos del planeta, mientras que en las Islas Canarias, que desde el punto de vista estrictamente geográfico forman parte del continente africano, se levanta el Teide (3.718 m), la montaña más alta de España.