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El relieve tabular

Publicado por Santiago

Relieve tabular, Urueña (Valladolid, España)Las llanuras que se desarrollan sobre rocas sedimentarias de estructura aclinal, presentan una serie de características comunes que se conocen, genéricamente, como relieve tabular. En este tipo de llanuras las rocas sedimentarias se disponen en capas horizontales. Dependiendo de factores climáticos, biológicos y litológicos las rocas se diferencian unas de otras ya no por su disposición en capas sino por la alternancia de unas capas blandas (arcillas, margas, limos) y otras capas duras (calizas). Esta alternancia litológica es esencial para explicar el relieve tabular, ya que ante unos mismos agentes erosivos las capas blandas se comportan de manera diferente a las duras, lo que le da variedad al paisaje, a pesar su aspecto, esencial de llanura.

La forma más elemental de relieve se llama superficie estructural, y consiste en una capa de caliza plana retocada con fenómenos de relieve kárstico.

La caliza es más resistente a la erosión, y por lo tanto las pequeñas elevaciones de la llanura siempre culminan en una capa caliza. De pendiendo de la extensión de esa culminación recibe diferentes nombres: oteros (o muelas), las más pequeñas; mesas; y páramos, las más grandes. Estas culminaciones son restos de una antigua superficie estructural que se ha erosionado, y de la que sólo quedan, como prueba, estos testigos. A los oteros también se les llama «cerros testigos».

Cuando la caliza desaparece surge una capa de arcilla, margas y limos; todos ellos materiales muy blandos. Esta capa adopta unas formas suavemente onduladas a cuyo conjunto se le llama campiña.

La red hidrográfica se instala sobre estas superficies. La arcilla es impermeable, por lo que los ríos corren por encima de ella haciendo leves incisiones en el terreno. A media que la erosión va avanzando los cerros testigo van siendo más pequeños y encontrándose más aislados. De esta manera, aguas abajo del río son más frecuentes los oteros y aguas arriba las mesas y los páramos. Sobre una capa caliza los ríos o bien forman profundos tajos cortando la capa hasta encontrar un estrato arcilloso, o bien se introduce por debajo de la capa formando una gruta y un río subterráneo. Se forman así valles muy típicos del relieve tabular, muy anchos y espaciosos, cuando el río corre sobre arcillas, y muy estrechos y encajados en el terreno cuando corren sobre calizas.

El contacto entre los cerros testigo y la campiña se hace a través de una pendiente llamada glacis. La pendiente va ganando inclinación con la altura, hasta que llega un momento en el que aparece la capa caliza, que presenta un frente totalmente vertical llamado cornisa.

Dependiendo de la historia geológica de cada lugar es posible que se puedan ver en un mismo cerro testigo varias «generaciones» de capas calizas y arcillosas superpuestas. Y es que muy pocos de los relieves actuales que hoy podemos ver en el mundo son originales, la mayoría han sufrido millones de años de erosión o acumulación.

Bajo esta sucesión de capas calizas y arcillosas se encuentran un sustrato de rocas metamórficas, que sólo parecerá cuando se haya erosionado la última capa sedimentaria.