Río Vaal
El río Vaal, cuya longitud es de 1.458 kilómetros, es el mayor afluente del río Orange. Todo su curso discurre a lo largo del territorio de la República de Sudáfrica. Fluye de noreste a suroeste y su cauce marca la frontera entre el Estado Libre (al sur) y las provincias de Mpumalanga, Gauteng y la Provincia del Noroeste (al norte). Su cuenca ocupa una superficie aproximada de 196.000 kilómetros cuadrados.
Es el tercer río más grande del país, por detrás del Orange y el Limpopo. Vaal es el nombre que le dieron los holandeses. En los idiomas locales, el río es conocido como Kora Khoekhoe o Igwa, cuyo significado es «río lento» o «río tranquilo».
Durante gran parte del siglo XIX el río marcó la frontera entre el Estado Libre de Orange, que quedaba al norte del río, y la República de Sudáfrica, al sur, llamada también Transvaal. De hecho, este topónimo significa «más allá del Vaal».
El Vaal nace a 1.241 metros de altitud sobre el nivel del mar en Breyten, provincia de Mpumalanga, al este de Johannesburgo. Su curso alto es conocido como Pequeño Vaal, que se extiende hasta la presa de Grootdrai, construida en el año 1981.
A partir de este punto, el Vaal recibe los aportes de algunos importantes afluentes como el río Klip, lo cual contribuye al aumento de su caudal, que alcanza los 125 metros cúbicos por segundo. Más adelante, confluye con el río Wilge, donde se halla la presa de Vaal (Vaaldam). Esta estructura, construida en el año 1938, dio lugar a la creación de un gran embalse de unos 320 kilómetros cuadrados de superficie en la que incluso hay una isla interior. En sus orillas se encuentra la localidad de Deneysville, un importante destino turístico para deportes acuáticos.
El Vaal desemboca en aguas del río Orange por su orilla derecha cerca de la localidad de Maselsfontein.
Aspectos económicos
El papel del río Vaal como suministro de agua potable fue fundamental en el proceso de colonización de esta parte de Sudáfrica a lo largo de los siglos XIX y XX. En la actualidad, gracias a las presas construidas a lo largo de su curso, juega un papel destacado en la generación de energía eléctrica para alimentar las principales actividades económicas de la región: la industria petroquímica y la minería.
El Vaal es navegable a lo largo de 50 kilómetros. La presa de Vaal y otros parajes de este curso atraen a numerosos visitantes que vienen a disfrutar de diferente deportes acuáticos como el remo, la vela, el windsurf o la pesca deportiva.
En los últimos años, se han detectado altos niveles de contaminación en las aguas del río. Esta situación ha sido el origen de diversos problemas de salud en algunas localidades ribereñas, así como la disminución de la cantidad de ciertas especies de peces fluviales, algunas de las cuales son endemismos y hoy se encuentran amenazadas por la extinción.