Río Congo
El río Congo, anteriormente llamado también río Zaire,se ubica en el centro-oeste de África. Con una longitud de 4.700 kilóemtros, es el segundo río más largo del continente, solamente superado en longitud por el Nilo.
Nace eleva en las tierras altas del noreste de Zambia entre los lagos Tanganica y Nyasa (Malawi) a una altura de 1.760 metros sobre el nivel del mar y a una distancia de aproximadamente 700 kilómetros del Océano Índico.
Su curso forma un arco gigante en sentido contrario a las agujas del reloj. Fluye hacia el noroeste, oeste y suroeste antes de desembocar en el Océano Atlántico en la República Democrática del Congo.
Su cuenca de drenaje, que cubre un área de 3.457,000 kilómetros cuadrado), abarca casi todo el territorio de ese país, así como la mayor parte de la República del Congo, la República Centroafricana, el este de Zambia y el norte de Angola y partes de Camerún y Tanzania.
Junto a sus numerosos afluentes, el Congo forma la mayor red de vías navegables de África. Sin embargo, la navegabilidad está limitada por una serie de 32 cataratas en el curso inferior del río.
Historia y Nomenclatura
A lo largo de la historia, el río Congo ha jugado un rol fundamental en el desarrollo de las civilizaciones africanas. Conocido anteriormente como el río Zaire, su nombre actual proviene del antiguo Reino del Congo que floreció en la zona cercana a su desembocadura. Durante el siglo XV, exploradores portugueses fueron los primeros europeos en internarse en sus aguas, lo que marcó el inicio de su exploración sistemática.
Fisiografía
Desde su nacimiento hasta su desembocadura, el río Congo presenta tres secciones claramente distinguibles.
El Alto Congo se caracteriza por un paisaje de confluencias, lagos y cascadas o rápidos. El lago Upemba se encuentra en la parte superior de Lualaba, mientras que los lagos Bangweulu y Mweru se encuentran en la cabecera del sistema Chambeshi–Luapula–Luvua.
Las Cataratas Boyoma marcan el verdadero comienzo del Congo navegable. Esta parte central del río fluye de manera constante durante más de 1.600 kilómetros hasta las inmediaciones de Kinshasa. El curso se va ensanchando cuando penetra en la llanura aluvial, dividiéndose en varios brazos y presentando numerosas islas fluviales en su recorrido. En su punto más ancho, las dos orillas del río están separadas por una distancia de 13 kilómetros.
El curso medio del Congo termina en una sección estrecha llamada Chenal. A partir de este punto el lecho del río se vuelve más profundo y la corriente se acelera. En este tramo el Congo recibe a sus principales afluentes: Ubangi y Sangha en la margen derecha y Kwa en la margen izquierda.
Al salir del Chenal, el Congo se divide en dos ramas, formando el estanque de Malebo (de 27 kilómetros de anchura). Desde allí se inicia el tramo de las cataratas, consecuencia de la diferencia de altitud entre este punto y la desembocadura. El estuario del Congo, de 134 kilómetros de longitud, forma la frontera entre Angola y la República Democrática del Congo.
Biodiversidad del río Congo
El río Congo y su vasta cuenca albergan una extraordinaria biodiversidad. Esta región cuenta con algunos de los bosques tropicales más densos del mundo, siendo hogar de especies únicas como los gorilas de las tierras bajas, elefantes de bosque y una variedad impresionante de aves. Los ecosistemas acuáticos también son ricos en diversas especies ictiológicas, muchas de las cuales son endémicas a este sistema fluvial.
Hidrografía
El Congo tiene un caudal regular alimentado por las lluvias durante todo el año. En Kinshasa, el flujo ha permanecido durante muchos años entre loas 21.000 y los 65.000 metros cúbicos por segundo.
En Brazzaville y Kinshasa, el régimen del río se caracteriza por un máximo principal al final del año y un máximo secundario en mayo, así como por un nivel bajo mayor durante julio y un nivel bajo secundario durante marzo y abril. En realidad, cada afluente en su curso modifica el nivel de la corriente principal.
La cuenca del Congo es tan vasta que ninguna circunstancia meteorológica es capaz de alterar el lento movimiento del ascenso y la caída de las aguas.
Impacto Humano y Conservación
La actividad humana ha dejado su huella en el río Congo. La deforestación, la minería y la expansión urbana han alterado su entorno natural. A pesar de estas amenazas, diversas organizaciones internacionales y locales trabajan para conservar este ecosistema vital. Iniciativas como la reducción de la tala ilegal y el establecimiento de áreas protegidas son pasos importantes hacia un manejo sustentable de sus recursos.