El estudio de los ríos: El cauce
Recordemos que a la hora de estudiar un río concreto nos estamos fijando en tres fenómenos: el curso, el cauce y el caudal. En este artículo nos vamos a centrar en el cauce.
El cauce de un río es el lugar concreto por el que transcurre. Normalmente es sinónimo de lecho del río, pero el cauce incluye las aguas subterráneas, los ríos que circulan por el interior de las cuevas, y las de infiltración. Es frecuente que bajo el lecho de un río, y en ocasiones con diferente curso, existan corrientes de agua infiltrada con un caudal incluso mayor que el del propio río. Pero aquí trataremos, básicamente, la parte superficial del río, es decir el lecho. En el lecho del río se distinguen cuatro elementos: el canal, el lecho menor, el lecho mayor y el lecho mayor esporádico.
El canal es la incisión más profunda del río, la última en ser abandonada por las aguas cuando el río se seca. Tiene forma de arqueta y es la zona donde las aguas corren con mayor velocidad, por lo que suele tener elementos más grandes que las orillas.
El lecho menor es el que cubren las aguas entre las épocas de caudal intermedio. Sus márgenes están claramente definidas. En él puede existir una alternancia de fondos hundidos y elevados. Los fondos hundidos pueden formar pozas, si están cerrados, o surcos si se extienden longitudinalmente. Los fondos altos forman umbrales, y llegan a hacer una ruptura de pendiente en el que se forma un rápido. Algunos fondos altos están emergidos y forma islas fluviales.
El lecho mayor es el que cubren las aguas durante las épocas de máximo caudal anual. Esta zona se inunda todos los años, pero durante unas pocas semanas. Aquí predominan los procesos de acumulación, y los de erosión. Esta acumulación se hace, mayoritariamente, cerca de los márgenes del lecho menor, hasta el punto de que en algunos sitios puede presentar un perfil alomado, y tener cierta contrapendiente con relación a resto del lecho del río. Estas contrapendientes pueden aislar pequeñas depresiones longitudinales que se inundan durante las crecidas, antes que por la arroyada del agua, por infiltración. Sus márgenes son conocidos e identificables, pero están mucho más desdibujados que los del lecho menor.
El lecho mayor esporádico es aquella zona que se inunda en las grandes crecidas, las cuales se dan recurrentemente, pero con ciclos de varios años entre una y otra, y en son ocasiones seculares. Esta zona está colonizada por la vegetación, incluso suele estar cultivada, ya que sus limos son muy feraces. En muchos países, imprudentemente, se están construyendo viviendas dentro de los márgenes de estos lechos, por lo que suelen sobrevenir inundaciones y catástrofes que afectan a las personas, las vías de comunicación y la economía. Sus márgenes están muy difuminados, aunque en condiciones naturales es posible determinarlos. Sin embargo es necesario un estudio, ya que normalmente no se distingue de los alrededores. Cuando los ciclos de inundación son muy largos no tienen competencia suficiente para marcar el lecho, y, además, otros procesos morfogenéticos borran sus huellas. En ciudades que sufren inundaciones esporádicas, pero recurrentes, se pueden ver marcadas, la altura a la que llegó tal inundación con indicación del año, y es que ese punto se encuentra dentro del lecho mayor esporádico del río.
Como consecuencia de los procesos de meteorización, transporte y acumulación podemos distinguir dos tipos de lechos los de erosión y los móviles. Son lechos de erosión aquellos que están limpios de sedimentos, y también los que cuyas aguas no pueden, normalmente, mover los sedimentos, por grandes o pequeños que sean. La mayoría de los ríos, en condiciones normales, están en situación de lechos de erosión.
Son lechos móviles aquellos con un caudal tal que son capaces de mover, con frecuencia, los depósitos de rocas y arenas que contiene el río. La forma que adoptan los lechos depende mucho más de la dinámica de las aguas que del clima en el que se encuentran. Son ríos en los que los procesos de meteorización y transporte son muy activos. En las crecidas predominan la zapa y el transporte, mientras que durante el estiaje predominan los procesos de acumulación. Existen varios subtipos:
* Lechos calibrados, que son aquellos que tienen unas márgenes y una configuración estables. La movilidad se reduce al canal, acumulándose en los otros lechos.
* Lechos meandriformes, que son aquellos en los que la curvatura de los meandros condiciona los lugares de zapa y de acumulación.
* Los lechos trenzados o anastomosados, que se caracterizan por que presentan diversos brazos que circulan entre bancos de lodos.
Un tipo especial de lecho es el torrencial, que durante las épocas activas se comporta como un lecho móvil y durante las épocas inactivas como un lecho de erosión. En general tienen una fuerte pendiente, con numerosas cascas, y un ciclo de profundos estiajes y grandes y repentinas avenidas. Entre los lechos torrenciales se encuentran los torrentes y los uadi, que son ríos de alimentación esporádica, y normalmente espasmódica. En Latinoamérica se llaman arroyos. El torrente se encuentra en las zonas de montaña, y en los arroyos de alimentación exclusivamente pluvial. Los uadi son los ríos de los países áridos, que sólo llevan agua cuando llueve. Su incisión en el terreno es muy pequeña, y el cauce tiene forma de artesa. También se llama ramblas y barrancos.