Atolón de Bikini, escenario de pruebas atómicas
El Atolón de Bikini es un atolón situado en las Islas Marshall, en el Océano Pacífico. Se localiza en el extremo septentrional de la cadena insular de Ralik, unos 850 kilómetros al noroeste de la capital del archipiélago, Majuro.
Aunque el atolón ha estado habitado desde hace unos 3.500 años, los primeros occidentales que lo visitaron fueron los españoles, en el año 1529, quienes lo bautizaron con el nombre de Buenos Jardines. Sin embargo, no fue hasta el año 1820 cuando tendría lugar un desembarco, protagonizado por el navegante alemán Otto von Kotzebue. En esa época el atolón fue bautizado con el nombre de Eschscholtz, en honor al naturalista del mismo nombre que viajaba en la expedición.
El nombre real del atolón en la lengua de los nativos era Pikinni («lugar de cocos») que los europeos acabaron transformando en Bikini, su nombre actual.
Tras su derrota en la Guerra de Cuba y la Guerra de Filipinas, España decidió vender sus posesiones en el Océano Pacífico a Alemania. En el tratado entre ambos países, formado en 1899, estaba incluido el atolón de Bikini, que pasó a estar bajo dominio alemán hasta finales de la II Guerra Mundial. Durante este conflicto, las Marshall fueron ocupadas por Japón y después por Estados Unidos.
Geografía física y humana
El atolón está formado por 23 pequeñas islas que rodean la laguna central (algunas de estas islas desaparecieron después de los ensayos nucleares) cuya superficie total es de 6 kilómetros cuadrados. La altitud máxima de este cinturón insular es de solo 2 metros sobre el nivel del mar. Bikini, con 4 kilómetros de largo, es la mayor de estas islas y la única habitada en la actualidad.
La laguna tiene una extensión de 594 kilómetros cuadrados y una profundidad máxima de 55 metros. A pesar de estar contaminada por la radiactividad, en ella hay una rica y variada fauna marina.
Las pruebas nucleares y sus consecuencias
Entre los años 1946 y 1958, Estados Unidos llevó a cabo en Bikini 24 pruebas nucleares. La población del atolón (unas 160 personas) fue reasentada de forma provisional hasta el atolón deshabitado de Rongerik, a unos 200 kilómetros de distancia. Sin embargo, debieron permanecer allí durante muchos más años de lo inicialmente planeado.
La explosión nuclear más grande ensayada en Bikini tuvo lugar en 1954, en el marco de la llamada Operación Castle. Se detonó una bomba termonuclear que resultó más devastadora de lo que los científicos habían previsto. La lluvia radiactiva afectó a otros atolones cercanos, que tuvieron que ser evacuados con urgencia.
La contaminación por radiación hizo imposible el reasentamiento de los habitantes de Bikini, a pesar de un intento frustrado en 1968. A mediados de la década de los 90 se certificó que los elevados niveles de radiación del atolón hacían imposible la vida humana.
El cráter originado por la explosión de 1954 fue cubierto por un gigantesco domo de hormigón (en la foto superior) que recubre cerca de 73.000 metros cúbicos de material radioactivo. Esta estructura, conocida popularmente como «la tumba», alberga en su interior ingentes cantidades de plutonio-239, una de las sustancias más tóxicas del planeta.