Geografía de Chad: generalidades
La República del Chad es un estado interior del África central. Limita al norte con Libia, al este con Sudán, al este con Níger y al sur con la República Centroafricana al sur, Camerún y Nigeria. Su superficie total es de 1.284.000 kilómetros cuadrados.
La población del Chad es de unos 13 millones de habitantes. La capital del país y ciudad más poblada es Yamena (anteriormente conocida como Fort-Lamy), donde vive cerca de un millón de personas.
Debido a su tamaño y a la existencia de grandes zonas despobladas, el índice de densidad demográfica es bastante bajo, apenas 9 habitantes por kilómetro cuadrado.
El territorio de Chad se puede dividir en tres grandes zonas estructurales: al norte el deshabitado Sáhara, el árido Sahel al centro y la fértil sabana sudanesa al sur.
El Chad estuvo bajo dominio colonial francés desde el siglo XIX hasta el año 1960, cuando el país alcanzó su independencia.
Desde entonces, la República de Chad ha estado inmersa en varias guerras civiles y constantes enfrentamientos internos que han impedido su desarrollo.
Organización territorial
Chad fue un estado fuertemente centralizado hasta el año 2003. La antigua división colonial en 14 prefecturas fue abolida y hubo que esperar a la puesta en marcha de una reforma territorial que contemplaba la división del país en provincias.
El esquema territorial actual se configuro en 2008, con 22 regiones que se subdividen a su vez en 442 cantones. La región de Yamena, la capital, está dividida en 22 distritos o arrondissements.
Respondiendo a los patrones demográficos, las regiones del sur son más pequeñas y más pobladas (Yamena, Mayo-Kebbi este y oeste, Logone occidental y oriental, por ejemplo), mientras que las del norte, escasamente habitadas, tiene un tamaño mucho mayor (Tibesti, Borkou, Ennedi).
Hay que señalar que el proceso de descentralización emprendido en 2003 todavía no se ha completado en Chad y se encuentra, aún hoy, en fase de desarrollo.
Sistema de gobierno
Tras conseguir la independencia, en Chad se estableció una constitución que establece un fuerte poder ejecutivo encabezado por un presidente que tiene el poder de nombrar al primer ministro y participa en la elección de jueces, cargos militares y funcionarios provinciales. El presidente es elegido directamente por voto popular para un mandato de cinco años.
El poder legislativo recae en la Asamblea Nacional, integrada por 155 miembros elegidos para períodos de cuatro años. Su eficacia es limitada pues sólo realiza tres sesiones al año.
Derivado del sistema centralista que adoptó Chad tras su independencia, sólo hubo un único partido en el país hasta 1992, cuando se legalizaron los otros partidos políticos.
Por desgracia, esto no sirvió para frenar los levantamientos armados y los diferentes conflictos que han castigado Chad prácticamente desde su nacimiento como estado moderno. Esta conflictividad es, junto a los elevados índices de corrupción, el gran problema que sigue lastrando la economía y el desarrollo social del Chad.
Aún hoy, Francia, antigua potencia colonizadora, sigue teniendo una fuerte influencia en el país. Un ejemplo de ello es la presencia constante de efectivos militares en Chad, destinados allí con el pretexto de garantizar la estabilidad.