Corriente de Humboldt
La Corriente de Humboldt, también conocida como Corriente de Perú, es una corriente oceánica fría de baja salinidad que fluye hacia el norte a lo largo de la costa occidental de América del Sur. Debe su nombre al naturalista prusiano Alexander von Humboldt, que identificó esta corriente fría del Pacífico en 1807 y la describió con detalle en su obra Viaje a las regiones equinocciales del Nuevo Continente.
Significado histórico de las expediciones de investigación
Las expediciones de investigación han sido fundamentales para el conocimiento de la Corriente de Humboldt. Alexander von Humboldt, durante su exploración por América del Sur a principios del siglo XIX, documentó con detalle las características de esta corriente.
Sus observaciones han servido como base para posteriores estudios oceanográficos que han permitido comprender mejor los patrones climáticos y ecológicos de la región.
La longitud de la Corriente de Humboldt fluctúa entre 500 y 1.000 kilómetros, dependiendo de la época del año.
Los límites comúnmente aceptados para esta corriente son, el sur de Chile (alrededor de la latitud 45º) hasta el norte de Perú.
En este punto las aguas frías de la Corriente de Humboldt se encuentran con las aguas cálidas tropicales para formar el Frente Ecuatorial. Este es el motivo por el cual las temperaturas medias del agua en la costa peruana son más bajas de las que corresponderían a una región tropical.
Origen de la Corriente de Humboldt
Los científicos creen que la Corriente de Humboldt se genera a partir de dos factores combinados: por un aparte, el movimiento de rotación terrestre y por otro de la fuerza centrífuga de las aguas oceánicas en la zona ecuatorial.
La temperatura baja propia de esta corriente se debe a que sus aguas ascienden (el fenómeno se llama surgencia) desde niveles muy profundos. Hasta la fecha no se ha podido demostrar científicamente la existencia de un nexo de conexión con masas de agua procedentes del Océano Glacial Antártico para explicar estas bajas temperaturas.
Efectos de El Niño y La Niña
Los fenómenos de El Niño y La Niña alteran significativamente la dinámica de la Corriente de Humboldt. Durante episodios de El Niño, el debilitamiento de los vientos alisios permite que las aguas cálidas se desplacen hacia el este, reduciendo la surgencia de aguas frías y afectando la biodiversidad marina.
En contraste, La Niña intensifica estas condiciones, reforzando el flujo de aguas frías y enriqueciendo el ecosistema. Esto tiene un profundo impacto en las pesquerías y patrones climáticos de la región.
La corriente fluye en paralelo a la costa sudamericana del Pacífico de sur a norte hasta alcanzar la latitud del ecuador terrestre, virando a partir de ahí en dirección oeste hacia las islas Galápagos.
Efectos climáticos
Los efectos más inmediatos de la Corriente de Humboldt en el clima de la costa occidental de América del Sur es la formación de nubes costeras de baja altura (neblinas litorales conocidas como camanchacas o garúas), así como temperaturas más bajas de lo que sería normal en estas latitudes y la práctica ausencia de lluvias.
En este sentido, se puede afirmar que la corriente es un factor importante en la existencia de desiertos costeros como los de Atacama y de Sechura.
Importancia económica
La Corriente de Humboldt es clave para la economía de países como Perú y Chile. Sus aguas frías y ricas en nutrientes sustentan una de las pesquerías más productivas del mundo, especialmente de anchovetas.
Esta actividad genera empleo y es una fuente importante de ingresos para las comunidades locales, además de contribuir significativamente al abastecimiento mundial de pescado y productos marinos.
Fauna y flora
La corriente de Humboldt está considerada como un ecosistema de clase I, ya que alberga una amplia gama de organismos (numerosas especies de plancton, moluscos, erizos de mar, crustáceos, peces y mamíferos marinos). Las peculiares condiciones térmicas y morfológicas de este corriente son vitales para que estos organismos puedan prosperar.