Israel: clima, flora y fauna
La diversidad climática de Israel es realmente grande, lo cual resulta sorprendente en un país relativamente pequeño. Esta amplia variedad se explica por su accidentada topografía.
Se pueden distinguir dos estaciones claramente diferenciadas: el invierno (de octubre a abril), con temperaturas frescas y lluvias; y el verano (entre mayo y septiembre), seco y caluroso.
En la franja costera la brisa marina sirve para moderar las temperaturas. Este clima suave unido a las largas playas del litoral hacen de esta parte de Israel un importante destino turístico de sol y playa.
Las precipitaciones son generalmente más escasas en la mitad sur del país que en la mitad norte. Por ejemplo, en el extremo sur del Mar Muerto se registran anualmente unos 25 mm, mientras que en algunos puntos del extremo norte del país esta cifra se eleva por encima de los 1.100 mm. En la costa el promedio anual es de 500 mm.
En todo caso las lluvias se reparten de forma bastante regular a lo largo de los meses invernales. La escasez de agua de Israel es tal que en los años en los que las lluvias son un poco inferiores a lo normal se producen importantes sequías.
Las temperaturas medias anuales vienen determinadas por dos factores: la cercanía-lejanía del mar y por la altitud. Generalmente son mas suaves en la costa mediterránea, con medias mensuales de 15-16º C en el mes más frío, enero, y entre 28-29º C en agosto. En el otro extremo se situaría la región de Galilea, donde suele nevar en invierno.
Elat, a pesar de hallarse a orillas del Mar Rojo, tiene un clima más parecido al de las áreas casi desérticas de Neguev o del Valle del Jordán. Sus veranos son más calurosos que los del litoral mediterráneo, con momentos en los que las temperaturas máximas se disparan por encima de los 40º C.
Flora y fauna
La vegetación predominante en Israel es de tipo mediterráneo, aunque existen variaciones regionales. En la mitad norte del país los pinos, robles y encinas han ido desplazando a los cedros de hoja perenne, talados de forma masiva para aprovechar la calidad de su madera.
A pesar de los ambicioso programas de reforestación, la masa forestal del país es relativamente pequeña. Abundan en cambio las colinas cubiertas por bosque bajo y matorral, en las que florecen muchas especies de plantas aromáticas y flores silvestres.
Al sur, en la región del el Negev, la vegetación es mucho más escasa, con especies adaptadas a la escasez de agua.
La fauna de Israel es también muy diversa. En los bosques montañas habitan chacales, hienas, gacelas, gatos monteses, íbices, jabalíes y liebres. Además, hay más de 400 especies identificadas de aves en la región, así como numerosos tipos de reptiles, peces e insectos.
Entre las principales reservas naturales de Israel destacan la del Valle de Arava en el sur y las del monte Carmelo, el monte Meron y el lago Hula y las marismas en el norte.