Afganistán: población y economía
Desde el año 1979 no se ha realizado en Afganistán ninguna clase de censo de población efectivo, por lo que sólo se pueden barajar cifras estimadas. La población total del país estaría en torno a 35 millones de habitantes, de los cuales 3,5 millones se concentrarían en la capital, Kabul.
El grupo étnico predominante es el de los pastunes (40-45 % de la población total), seguido de los tayikos (20-25 %). Más minoritarios, los hazara y los uzbekos supondrían cerca del 15-20 %. Otros pueblos minoritarios son los chahar (4%) y los turcomanos (3%).
En cualquier caso, el rasgo más representativo de la composición étnica del país es su gran diversidad.
Todos estos pueblos se distribuyen a lo largo y ancho de la geografía afgana siguiendo unos patrones determinados.
Los pastunes (en la imagen inferior) son el grupo más numeroso en la mitad meridional del país, incluidas las grandes ciudades de Kabul, Herat y Kandahar. Están divididos en varias tribus, algunas sedentarias y otras nómadas, y muchas de ellas viven en territorio contiguo en Pakistán.
Los tayikos en cambio son mayoritarios en el norte, a lo largo de la frontera de Tayikistán, aunque cuentan con comunidades en otros puntos de Afganistán.
Los hazara están concentrados en el centro geográfico del país, al oeste de Kabul; al norte están los los uzbecos, que son mayoritario sen Mazar-e-Sharif; los turcomanos, principalmente pastores semi-nómadas, se asientan a lo largo de la frontera de Turkmenistán.
En el extremo oriental hay grupos de kirguizes e ismailitas, mientras que en el sur, en la frontera pakistaní, hay importantes comunidades baluchi.
Los dos idiomas oficiales del país con el pastún y el persa. Sin embargo, en Afganistán se hablan numerosas lenguas como el kafiri, el baluchi o el pamiri, además de idiomas de la familia lingüística turca.
Prácticamente todos los afganos son musulmanes, el 80 % de la rama suní y el 20 % restante de la rama chií. También hay unos pocos miles de hindúes y sijs, principalmente en el sureste.
Economía
Casi medio siglos de conflictos armados ininterrumpidos han lastrado la economía afgana y han impedido su desarrollo. El resultado es que hoy Afganistán es uno de los países más pobres del mundo.
Casi el 90 % de la población activa trabaja en el sector agrícola, especialmente importante en el norte. Los grandes cultivos son: cereales, frutos secos y algodón. También se cultivan opiáceos de forma ilegal pero masiva. La agricultura genera casi la totalidad de los escasos ingresos del país.
Existe un importante potencial económico en los recursos naturales del país, en cuyo subsuelo se hallan grandes depósitos de cromo, cinc, uranio e hidrocarburos. Sin embargo, estos yacimientos están aún sin explotar. Las pocas actividades mineras de Afganistán se limitan a las zonas montañosas del norte, donde se extrae carbón y gas natural desde la época de la ocupación soviética.