Argelia: población y economía
Con más de 42 millones de habitantes, Argelia es el país más poblado del Magreb. Sin embargo, su densidad de población es bastante baja (15,9 habitantes por kilómetro cuadrado) a causa de su gran extensión y al hecho de el desierto del Sáhara ocupa gran parte de su territorio.
Más del 95% de la población total del país se concentra en la región del Tell, en la franja mediterránea del norte. La población urbana es superior a la rural. La ciudad más poblada es la capital, Argel, que cuenta con unos 2 millones de habitantes. Otras ciudades que superan los 500.000 habitantes son Tebessa, Orán, Boumerdas y Constantina. En el Sáhara, una parte de la población está formada por pequeños grupos nómadas.
La población argelina es muy joven: casi un tercio tiene 15 años o menos. La esperanza de vida es de unos 70 años.
El aumento demográfico experimentado en la segunda mitad del siglo XX fue atenuado por el intenso flujo migratorio a Europa, sobre todo a Francia y Bélgica. Las políticas migratorias restrictivas de los países de destino en las últimas décadas han propiciado un freno para la emigración y al mismo tiempo un considerable aumento de la población en Argelia.
Composición étnica
Más de las tres cuartas partes de la población argelina es de procedencia árabe, aunque la mayoría de los habitantes del país son descendientes de antiguos grupos indígenas amazigh (bereberes) que se mezclaron a lo largo de los siglos con los invasores europeos y asiáticos.
Aproximadamente el 20% de los argelinos se consideran amazigh. El grupo más numeroso se concentra en la Cabilia, la región montañosa al oeste de Argel.
Otros grupos amazigh son los Shawia de las montañas Aurès, los Mʾzab y los nómadas tuareg de la región sahariana de Ahaggar.
La mayoría de los argelinos (el 98%), tanto árabes como amazigh, son musulmanes sunnitas.
Lenguas de Argelia
El árabe es el idioma más hablado de Argelia, aunque sólo es oficial desde 1990. El árabe estándar moderno se enseña en las escuelas, aunque la modalidad que se habla entre la población es el dialecto argelino.
El idioma amazigh o bereber se habla en la Cabilia y otras zonas del norte. Los hablantes de este idioma también hablan árabe y muchos de ellos son trilingües, ya que el francés sigue estando aún hoy muy presente en toda Argelia en la educación y los negocios.
Economía de Argelia
Antes de su independencia, la economía argelina se basaba exclusivamente en la agricultura. Hoy en cambio está determinada por el peso de las exportaciones de petróleo y gas natural, que suponen un tercio del producto interno bruto (PIB) del país.
Petróleo y recursos naturales
En los años 50 se descubrieron grandes depósitos de petróleo y de gas natural en el Sáhara argelino, hecho que cambió definitivamente el modelo económico del país. Actualmente hay cuatro grandes oleoductos que transportan el petróleo de Argelia al Mediterráneo para su exportación.
Los principales centros mineros se encuentran en Ouenza y Djebel Onk (hierro), cerca de la frontera oriental con Túnez, y en El-Abed (zinc y plomo) en el oeste.
Agricultura y pesca
Solamente un 15% del territorio de Argelia es suelo cultivable, concentrado en los valles del norte y zonas costeras. Los cultivos más importantes son trigo, cebada, tabaco, olivo y dátil.
A pesar de contar con 995 kilómetros de costa, la industria pesquera está poco desarrollada. Las instalaciones de refrigeración y enlatado, necesarias para el transporte de las captura hacia el interior, son aún limitadas.
Industria y Comercio
El sector industrial de Argelia es el más importante del país, aunque está centrado básicamente en el petróleo (plantas petroquímicas, refinerías, etc.) así como en la fabricación de productos eléctricos, fertilizantes y automóviles.
Los principales importadores de productos argelinos son, en este orden, España, Italia y Francia, donde los hidrocarburos juegan un papel fundamental. Otros productos exportados son fosfatos, alimentos, tabaco y productos de cuero.
La inestabilidad política de las últimas décadas y la inseguridad suponen aún hoy un lastre para la industria turística.