Salar de Uyuni
Con cerca de 10.500 kilómetros cuadrados de superficie, el Salar de Uyuni, también conocido como Salar de Tunupa es el salar más grande del mundo. Se localiza en el suroeste de Bolivia, al pie de la cordillera de los Andes y a una altitud de 3.656 metros sobre el nivel del mar. Forma parte de la región del Altiplano Andino dentro de las fronteras de Bolivia.
El paisaje de Uyuni es el resultado de la evaporación de varios lagos prehistóricos que se existieron en la región hace unos 40.000 años, sobre todo del antiguo Lago Minchin. Este lago sufrió un lento proceso de desecación que dio lugar a dos lagos menores (Poopó y Uru Uru), los cuales también se evaporaron por completo. Hoy es una extensión prácticamente llana formada por roca de sal de varios metros de grosor. Bajo ella se encuentran los restos lacustres formados principalmente por salmuera.
En el centro del Salar hay algunas islas, en realidad las cimas de antiguos volcanes sumergidos durante la era en la que existió el lago Minchin. La más grande de estas islas es Incahuasi.
El salar toma su nombre de la localidad de Uyuni, considerada a puerta de entrada de turistas y visitantes a este paraje. En idioma aymara, la palabra uyuni se usa para designar un corral o cercado para animales. Sin embargo, la población local usa más comúnmente el topónimo Salar de Tunupa.
Se suele llamar al Salar de Uyuni «el espejo más grande del mundo», especialmente después de recibir lluvias. Los satélites de observación de la Tierra suelen usarlo como punto de referencia para calibrar la altitud.
Ecología y turismo
Debido a su clima árido y a la extrema salinidad, la vida salvaje en el Salar de Uyuni es escasa. La flora se limita a unas cuantas especies de cactus y algunos tipos de arbustos como la pilaya o la thola. En cuanto a la fauna, a destacar la presencia de camarones de salmuera debajo de la superficie sólida del salar y la presencia de diferentes aves como gansos y flamencos.
En el aspecto económico, tiene gran interés el litio contenido en los depósitos de salmuera bajo la superficie del salar. Su extracción se realiza desde hace décadas de forma rudimentaria, aunque hay proyectos para instalar una gran planta extractora. Estas iniciativas se encuentran de momento en suspenso, ya que entran en conflicto directo con la actividad turística que genera muchos ingresos al gobierno boliviano.
El turismo es la principal actividad económica del Salar de Uyuni. Algunos de los hoteles que hay en sus bordes han sido construidos con bloques de sal.