Madagascar: clima, flora y fauna
Todo el territorio de Madagascar se encuentra en dentro de latitudes tropicales. El clima se rige por los efectos de los vientos monzónicos del noroeste, que generan humedad, ya que soplan a través de la meseta central.
Hay dos estaciones principales: la estación cálida y húmeda, que se extiende desde noviembre a abril, y la estación fría y seca, que va de mayo a octubre.
Los vientos alisios, que soplan durante todo el año, son algo más fuertes en la estación seca.
Las precipitaciones son más abundantes en la costa oriental, llegando a los 3.800 mm al año. La meseta actúa como barrera natural para estos vientos húmedos del Océano Índico. Gran parte de la humedad se condensa a cierta altura dando lugar a espesas neblinas. El monzón, que trae lluvia a la costa noroeste de Madagascar y la meseta, es más notable durante la estación cálida y húmeda. En la capital Antananarivo la tasa media de lluvia al año ronda los 1.200 mm.
La costa oeste en cambio recibe una cantidad moderada de precipitación anual, entre 1.000 mm y 2.000 mm, dependiendo de la zona. El suroeste de la isla es particularmente seco. Su aridez se ve agravada por la corriente fría en alta mar, que dificulta la evaporación y la formación de nubes de lluvia.
En cuanto a temperaturas, julio es el mes más frío, con temperaturas mensuales medias alrededor de la isla que van desde los 10 ° C hasta los 20 ° C. Por otra parte diciembre es el mes más caluroso, con temperaturas que oscilan entre los entre los 25º C y los 30º C. Las temperaturas generalmente disminuyen con la elevación, siendo más altas en la costa noroeste y más bajas en la meseta.
Los ciclones tropicales son una característica climática importante en Madagascar. Se forman lejos sobre el Océano Índico, especialmente de diciembre a marzo, y se acercan a la costa oriental, provocando lluvias torrenciales e devastadoras inundaciones.
Flora y fauna
La inmensa cubierta forestal que una vez cubrió Madagascar se encuentra hoy en gran parte desaparecida, a excepción de los grandes bosques de la región oriental. La meseta está particularmente despojada y castigada por la erosión. La deforestación es fruto de la tala indiscriminada para conseguir más terrenos agrícolas y para comerciar con la madera, especialmente la de ébano y sándalo.
Entre las especies vegetales más abundantes cabe destacar el bambú, el pino, la palmera y, en las zonas costeras, el junco. En el centro el paisaje predominante es la pradera o bosque bajo. En el árido sur de la isla crecen espinos, cactus gigantes, baobabs enanos y otras especies xerófitas (plantas resistentes a la sequía), muchas de ellas endémicas.
Debido al aislamiento de la isla, muchas especies han sobrevivido y evolucionado hacia formas únicas. Por ejemplo: en Madagascar habitan cerca de 40 especies de lémures y muchas clases de camaleones.
Las aves son numerosas. También hay una enorme variedad de especies de mariposas y arañas. Los únicos animales grandes o peligrosos de Madagascar son los cocodrilos, que habitan los ríos. En cambio las serpientes son en mayor parte inofensivas.