Tubo de lava
Se llama tubo de lava o tubo volcánico a la cueva volcánica con túneles interiores que se forma durante la actividad reogenética dentro de coladas volcánicas fluídas.
Por su origen, son cavidades primarias y se pueden clasificar como singenéticas, reogenéticas o subterráneas. Su estructura puede ser de simples tubos lineales o en forma de redes complejas de tubos interconectados, con diferentes niveles y a lo largo de superficies que pueden abarcar desde unos centímetros hasta varios metros.
Estos tubos de lava son una variedad de cueva muy frecuente, ya que el proceso de su formación es muy habitual en una colada de lava. Se cree que en otros cuerpos celestes o planetas, como en la Luna y Marte, que también tienen movimientos volcánicos, es probable que existan tubos de lava similares a los de la Tierra.
Cuando un volcán emite lava fluída incandescente que transita una superficie con poca pendiente, la capa externa de dicha colada se solidifica al bajar de temperatura en contacto con el aire, y aísla el resto de la lava, que mantiene su temperatura y que continúa fluyendo por dentro del tubo. Este fenómeno es muy común en las coladas basálticas, y es frecuente encontrar que la lava recorre grandes distancias dentro de estos tubos hasta desembocar, muchas veces, en el mar.
La capa de lava solidificada en la superficie se convierte en el techo del tubo volcánico y a medida que se va endureciendo la colada de lava, se va formando el espacio aéreo en el interior del tubo. El volúmen del flujo de lava disminuye y comienza a formarse el espacio entre el techo del tubo y la lava en estado líquido. El tiempo que toma la lava incandescente en formar estos tubos definirá las dimensiones internas y el grado de complejidad que adquieran los diferentes ramales, ya que podrán variar su estructura desde una sola galería a canales complejos de redes interconectadas, ya sea de unos pocos centímetros o de varios metros.
Montoriol-Pous clasificó las cuevas volcánicas de la siguiente manera: cavidad singenética, que se va formando en simultáneo con la roca encajante; cavidad reogenética, que se forma por el recorrido de lava incandescente entre superficies de lava consolidada; y cavidad subterránea, que se desarrolla debajo de la superficie. En algunos casos, los tubos volcánicos no tienen un techo, ya sea porque este se ha desplomado una vez terminada la colada o porque no ha llegado a formarse. Este es el caso de los canales lávicos o tubos volcánicos sin techo, que se clasifican como cavidades singenéticas, reogenéticas o subaéreas.
En los techos y en las paredes de estas cavidades se generan espeleotemas primarios como resultado del goteo, arrastre, acreción o refusión de la lava depositada una vez terminada la actividad reogenética. Un tipo de espeleotema muy común es la estalactita de lava y de refusión que se forma en el techo; las cornisas, terrazas y estrías de avance en los laterales; y los castillos y lenguas de lava o estalagmitas que emergen del suelo.