Cueva volcánica
Se llama cueva volcánica a cualquier tipo de cavidad formada por rocas de origen volcánico, a pesar de que generalmente se utiliza este término para designar cuevas primarias o singenéticas, originadas durante los fenómenos volcánicos.
Las cuevas marinas, en semejanza con otros tipos de cavidades producidas por el fenómeno de la erosión, suelen estar formadas en terrenos con sustratos volcánicos, pero no por ello indican que estén relacionadas con los procesos del volcán y, en general, se originan en tiempos posteriores a la formación de la roca encajante. Este es el motivo por el cual se las llama cuevas secundarias o epigenéticas.
Las variedades más importantes de cuevas volcánicas son:
– Los tubos de lava o tubos volcánicos, los cuales son llamados cañones de fuego en La Palma (Islas Canarias). Esta variedad es la más frecuente luego de producida una colada volcánica. Por lo general, se forman en coladas pahoehoe, aunque se han observado excepciones. Cuando la lava emerge, se distribuye por la superficie que le opone menor resistencia, generalmente los declives con pendientes más abruptas o los cauces fluviales preexistentes. Las capas exteriores de lava se endurecen al bajar de temperatura, mientras que la parte interna forma conductos a lo largo de los cuales fluye la lava. Estos conductos son los primeros pasos en la formación de tubos volcánicos que facilitan el avance de lava. La variación de pendiente, del tipo de terreno y de la composición de la lava forman diferentes categorías de tubos volcánicos. Cuando en los tubos el techo no llega a formare, se los llama canales lávicos.
– Lóbulos de drenaje o tubos de superficie.
– Inflationary caves.
-Chimeneas volcánicas, que son conductos verticales que emitieron lava sobre la superficie y que luego, al retraerse, los dejó vacios. En general, surgen de conos volcánicos u hornitos. Las chimeneas volcánicas que están relacionadas con los hornitos, suelen estar unidas a un tubo volcánico menor: en este caso, se las conoce como orificio de desgasificación.
– Cráter-pozo (en inglés, pit-crater), que se origina cuando el magma drena y deja un vacío, hundiendo el suelo sobre este espacio. Se forman, en consecuencia, pozos enormes en la superficie con paredes abruptas, que parecen similares a los que se originan por disolución de rocas. La mayoría de estos pozos tiene una profundidad visible a simple vista, pero los hay con conexiones a cámaras magmáticas internas vacías, como en el cráter del Mauna Ulu, en Hawaii. También en Hawaii, en el volcán Hualälai, el cráter-pozo Na-One tiene una chimenea volcánica de 130 metros de profundidad, con un desnivel total de -268 metros, si sumamos los metros del cráter-pozo.
– Diaclasas volcánicas o también llamadas cuevas fisurales, se forman en regiones donde suelen aparecer fisuras eruptivas o donde se presentan fracturas ocasionadas por movimientos volcánicos. Su origen puede estar relacionado con movimientos tectónicos, al retraerse la lava solidificada; o por procesos reogenéticos, formando lo que se conoce como vaciado reogenético de fisura eruptiva, que se presenta cuando se desplaza la lava en estado líquido y deja un pozo similar al de una chimenea volcánica, pero con formas primarias en las paredes.
– Moldes de lava, que se generan cuando la lava circula alrededor de animales muertos o de árboles, formando cavidades de núcleo orgánico. Este núcleo orgánico, con el tiempo, se desintegra y deja el espacio hueco con la forma del material orgánico que lo habitaba. Algunos ejemplos de este fenómeno son los moldes de árboles en Yoshida-tanai, en Japón; las formas de elefantes en el volcán Nyiragongo, en Africa; el molde de rinoceronte en Blue Lake (Estados Unidos), y los moldes de pinos lavificados en el interior del tubo volcánico de la Cueva de las Moradas, en La Palma (Islas Canarias).