Geografía

Oasis

Publicado por Pablo Guerrero

Se llama oasis al lugar que contiene vegetación y agua en medio de un desierto. En general, se trata de superficies medianamente extensas que se generan gracias a una fuente de agua que fertiliza el suelo en medio de una zona desértica.

Los oasis son lugares habitados, especialmente, por pequeños asentamientos, como los que se encuentran en la región del Sahara, en la península arábiga o poblaciones, como Pica. Estas zonas proveen a los habitantes de agua y de cultivos, y así como también a caravanas y a viajeros. Con frecuencia, estos parajes eran tomados por ilusiones ópticas denominadas espejismos.

Oasis de Egipto:

Los oasis de Egipto son muy conocidos por la importancia que tomaron en el desarollo del antiguo Egipto. Estos parajes eran el punto de aprovisionamiento y de descanso de las caravanas de beduinos que ejercían el comercio en el interior de Africa. En los anales egipcios quedaron registrados los movimientos de los beduinos, que por entonces se llamaban habitantes del territorio líbico.

Oasis en el oriente próximo:

En la antigüedad, se conocían en Egipto solamente tres oasis: El-Rhargeh o el grande, El-Bahryeh o el pequeño y el de Siwa o de Amón. Hoy, en Egipto, hay más que estos antiguos oasis, y también se pueden hallar en Nubia, al norte de la primera catarata. Estrabón comentó al respecto que el territorio de Libia se asemejaba a una piel de pantera, manchada por las zonas con vida en medio de los terrenos desérticos y áridos, zonas que los egipcios llamaban oasis.

Los templos que los egipcios levantaron en los oasis estaban dedicados al dios Amón, es por esto que los historiadores griegos llamaban a los habitantes de los oasis amonitas libios o amonitas.

Siwa:

Los asentamientos en el oasis de Siwa datan del X milenio a.C., pero los primeros registros de contacto con el antiguo Egipto corresponden a la Dinastía XXVI de Egipto. El nombre egipcio de Siwa era entonces Sekht-am, cuyo significado es «tierra de palmeras».

Los pobladores de Cirene se instalaron en el oasis en el siglo VII a.C., al mismo tiempo que lo hicieron los egipcios. El templo del oráculo de Amón era conocido ya en la época de Heródoto. Este fue el templo en el que el oráculo le ratificó a Alejandro Magno, antes de su campaña para conquistar Persia en el año 331 a.C., que se convertiría en el faraón de Egipto y que su origen era divino.

Heródoto, el historiador griego, relató una leyenda que cuenta que en el año 524 a.C., el rey Cambises II de Persia envió a 50000 soldados para que atacaran a los pobladores del oasis, pero el ejército enviado pereció en las arenas del desierto.

Los romanos enviaban al desierto a los desterrados, y bajo el dominio romano perdieron importancia las profesías del oráculo. Se estima que en el siglo XII los habitantes del oasis se convirtieron al cristianismo, aunque ya desde el 708 hay registros de que los habitantes del oasis resistieron asedios islámicos. Documentación de 1203 menciona a siete familias (40 personas en total) habitando el oasis, pero la población fue creciendo hasta llegar a registrarse 600 habitantes.

En 1792, William George Brown visitó el oasis para conocer el antiguo templo del oráculo. Recién en 1819 se incorporó oficialmente el oasis a territorio egipcio.

Durante la Primera y Segunda Guerra Mundial, Siwa fue escenario de numerosas batallas. El Ejército Británico, con el regimiento de Long Range Desert Group, tuvo una base de operaciones en este oasis, pero el Africa Korps de Rommel logró tomar posesión de este paraje en tres oportunidades.