Egipto: clima, flora y fauna
El territorio de Egipto se encuentra englobado dentro del cinturón del desierto del Sáhara. Sus características climáticas generales son, por lo tanto, bajas precipitaciones anuales y un considerable amplitud térmica tanto estacional como diaria.
El clima es básicamente bisestacional. El invierno es suave y se extiende desde noviembre hasta marzo. Las temperaturas medias mínimas y máximas de enero muestran una variación entre los 9ºC de Alejandría, en la costa mediterránea, y los 18ºC de Asuán, en la frontera sudanesa.
El verano, de mayo a septiembre, es muy caluroso, especialmente en el interior del país, donde son frecuentes las olas de calor extremo y donde se registran temperaturas medias de 33ºC en El Cairo y de 41ºC en el sur del Nilo.
La humedad, que es alta en las zonas de costa, disminuye considerablemente en el sur y el interior del país.
La precipitaciones se concentran principalmente en los meses de invierno, aunque varían mucho dependiendo de cada región. Por ejemplo, en Alejandría están en torno a los 175 mm anuales, mientras que en El Cairo solamente se registran 25 mm y en Asuan, al sur, son prácticamente nulas, al igual que la llanura costera del Mar Rojo, el desierto occidental y la península del Sinaí.
En el desierto, los vientos del sur provocan tormentas de arena o tormentas de polvo, llamadas kamsin, que ocurren con mayor frecuencia entre los meses de marzo y junio. Estos vientos, que pueden ser muy fuertes (pueden alcanzar hasta 150 km/h), vienen acompañados de un aumento brusco de las temperaturas en cerca de 10ºC así como de un descenso de la humedad relativa.
Flora de Egipto
A pesar de la escasez de precipitaciones, la vegetación natural de Egipto es muy variada. En la franja costera del norte abundan los paisajes típicos mediterráneos, con pinares y bosque bajo.
Gran parte del desierto occidental está totalmente desprovisto de cualquier tipo de vida vegetal, excepto los oasis como el de Siwa, donde crecen algunas especies arbóreas y existen amplias zonas de pastos. En el desierto oriental, donde la aridez es un poco menor, proliferan árboles como la acacia y diversos tipos de arbustos espinosos y plantas aromáticas.
En el Nilo, especialmente en la región del delta, hay muchas variedades de plantas acuáticas. En las orillas del río crecen el loto, el bambú y el esparto. En cambio el papiro, cultivado en la antigüedad, ahora se encuentra sólo en los jardines botánicos.
La palmera datilera se encuentra en el delta y el valle del Nilo así como en los oasis.
Fauna de Egipto
Los animales que protagonizan las antiguas pinturas y grabados egipcios (hipopótamos, jirafas y avestruces) ya no existen en el país y los cocodrilos ya sólo están presentes al sur de la presa de Asuán.
Actualmente, los animales salvajes más representativos son el aoudad (un tipo de oveja barbuda que vive el desierto occidental), la gacela, el fenec o zorro del desierto, la cabra montesa de Nubia, el chacal, el lynx (gato del desierto)la liebre egipcia y el jerbo. La mayoría de camellos están domesticados, aunque todavía hay algunas poblaciones en libertad en el desierto occidental.
Los reptiles son abundantes, especialmente en las áreas desérticas. Son muy características la serpiente moteada, presente en todo el valle del Nilo y la cobra egipcia. También se pueden encontrar muchas variedades de insectos, incluyendo la langosta.
Egipto es zona de paso de hasta 200 especies de aves migratorias. También hay muchas rapaces.