La Geografía y las nuevas tecnologías (1)
Ya hemos destacado que toda actividad humana tiene su reflejo en el espacio, en el espacio geográfico, y en el paisaje, y de ello no se libran las nuevas tecnologías que han revolucionado el mundo actual, pero este es un campo muy poco estudiado, por lo novedoso. Merece la pena dedicarle unos artículos al asunto, y reflexionar un poco sobre cómo las nuevas tecnologías están transformando el espacio geográfico en el que todos nos desenvolvemos.
No es nuevo el interés de los geógrafos por la tecnología. Desde siempre se han interesado por cómo cambia el espacio geográfico cuando en un determinado proceso industrial asume una tecnología más eficiente. Desde el impacto en el espacio económico, al ahorro de recursos y energía o a los elementos espaciales de la fábrica, etc. También se han estudiado los modelos de distribución de la tecnología en el espacio, por ejemplo el cómo se fueron construyendo las líneas de ferrocarril en la Europa del siglo XIX. Por último, y ya relacionadas con las tecnologías actuales se han estudiado las implicaciones espaciales de la «sociedad de la información». No obstante, en general, el espacio aparece como un elemento subordinado del fenómeno principal: la tecnología. Sin embargo, si desde la Geografía consideramos el espacio como determinante en el carácter de las actividades que en él se desarrollan, ¿por qué no estudiar el impacto de las nuevas tecnologías con métodos geográficos? El problema es ¿cómo se estudia este impacto?
Para delimitar bien el campo de estudio debemos determinar qué son las nuevas tecnologías. Quizás no se puedan encuadrar a todas bajo los mismos tipos de estudio. Por un lado estaría las tecnologías informáticas y de transmisión de la información, por otro las de ahorro de energía, por otro la robótica, etc.
Una vez delimitado el campo que nos interesa debemos estudiar cuáles son las condiciones necesarias en el espacio geográfico, y cuáles son las interacciones que se establecen entre los elementos preexistentes en él. Y por supuesto cómo evolucionan y si aparecen nuevos fenómenos relacionados.
No debemos olvidar que los elementos nuevos no sólo establecen relaciones entre este y un espacio determinado, si no que sus consecuencias se sienten en todo el espacio geográfico de manera más no menos clara. Al mismo tiempo tampoco debemos olvidar que el espacio influye en el desarrollo de la nueva tecnología, y hasta en el tipo de tecnología que se difunde. Existe, así, un proceso dialéctico que se realimenta.
Por supuesto el espacio geográfico no sólo es el medio físico, también incluye el espacio económico, social, político, legal, etc. Una expresión como: «las nuevas tecnologías nos han cambiado la vida» no es baladí. El que nos hayan cambiado la vida quiere decir, antes que nada, que nuestra relación con el entorno ha cambiado, por lo que las nuevas tecnologías son el factor de cambio del espacio geográfico más poderoso de la actualidad. Las nuevas tecnologías de la comunicación han ampliado las posibilidades de relación social, económica y política de cualquier persona que tenga acceso a Internet. El mundo se ha hecho mucho más grande, de la vida de barrio o ciudad a la vida planetaria, casi con el único límite del idioma. Y si esto es verdad para una persona mucha más verdad es para las empresas y las instituciones. Se establece así una diferencia entre el mundo físico en el que nos desenvolvemos y el mundo psicológico-social-económico del que nos ocupamos. Las actividades en las que podemos estar insertados ya no dependen de la oferta local, pero la oferta debe de estar ubicada en el espacio físico, aunque sea muy lejana. Se establecen, así relaciones entre espacios físicos alejados, y puede que discontinuos, que se hace necesario estudiar.
Como ejemplo de cómo nuevas tecnología y espacio se condicionan podemos poner el caso de España a comienzos de la era de Internet. Se trató de crear una «sección» de la red que contuviese los contenidos relativos a España. El proyecto fracasó estrepitosamente, porque nadie quería una Internet que no fuese global, y eso a pesar de que, en principio, se podía pensar que los contenidos que le interesaban a los españoles eran los referentes a España y los producidos desde España, pero la realidad es que Internet modificó las condiciones sociales y a la postre lo que les interesó a los españoles fue la ventana abierta al mundo.
Cuáles son esas tecnologías y cómo modifican el espacio geográfico merece una mayor atención.