República Dominicana: clima y vegetación
La República Dominicana se encuentra en la zona climática tropical, y por lo tanto presenta condiciones térmicas similares durante todo el año, las montañas introducen modificaciones importantes en el clima zonal. Debido a su posición en la franja costera de océano Atlántico, y su carácter insular, podemos encuadrar su clima en el clima monzónico y de los vientos alisios en el litoral. La República Dominicana se encuentra en el imperio biogeográfico y la ecozona Neotropical. Por su posición recibe el impacto frecuente de los huracanes que se generan en el Atlántico.
Además, la República Dominicana se caracteriza por su diversidad de microclimas. A pesar de su pequeño tamaño, la presencia de cordilleras, valles y llanuras, así como la influencia de los vientos y corrientes marinas, dan lugar a una variedad de condiciones climáticas que se reflejan en la diversidad de su vegetación.
La República Dominicana tiene un clima monzónico y de los vientos alisios en el litoral predominantemente de tipo tropical y donde las lluvias son abundantes, una temperatura media de entre los 25 y 30 °C , con pocas excepciones en regiones con una gran altitud como Constanza, Jarabacoa y Ocoa, donde la temperatura desciende hasta 5 °C bajo cero en invierno.
Tiene dos estaciones una seca y otra lluviosa. La estación lluviosa abarca desde mayo hasta noviembre destacándose mayo, agosto y septiembre. Debido a sus carácter torrencial, durante esta época se sufren numerosos corrimientos de tierra. Esta época es propensa al paso de huracanes. Los huracanes y otras tormentas tropicales se registran principalmente de agosto a octubre, y afecta, sobre todo, al suroeste del país. El período va de diciembre a marzo.
Los centros de acción que afectan a la República Dominicana son los vientos alisios del anticiclón de las Azores, la Zona de Convergencia Intertropical, y ocasionalmente las borrascas del Frente Polar. Este tipo de tiempo se llama «norte».
Debido a su insularidad la influencia del mar es muy importante. Las brisas diarias mar-tierra suavizan las temperaturas e influyen en la cantidad y distribución de las lluvias. Hay que tener en cuenta que la temperatura del Caribe es notablemente más alta que la del Atlántico, lo que implica diferencias apreciables entre la costa norte y la sur.
Las montañas producen lluvias orográficas por efecto monzónico. Así, a medida que ascendemos aumentan las precipitaciones, pero también hay una gran disimetría entre la vertiente de barlovento, más húmeda, y la de sotavento. Los contrastes pueden llegar a ser muy importantes y van desde los 455 mm en la hoya de Enriquillo a los 2.743 mm de la costa noreste.
La biocenosis de la República Dominicana es muy rica, presenta una extraordinaria variedad de géneros y especies, muchos de ellos endémicos, debido a su insularidad. Las partes bajas y húmedas están cubiertas de bosques tropicales. En las zonas secas de poca altura surge la estepa o el matorral y en algunas pequeñas extensiones falta la vegetación.
En las zonas menos húmedas de la sierra Central creen extensos bosques de pinos, y aparecen amplias sabanas. En las regiones costeras mas húmedas se extiende una zona de manglares paralela al litoral.
Las especies endémicas constituyen un 40% de la flora. Destacan el pino (Pinus occidentalis), la palma real (Roystonea hispaniolana), la palma de catey o coco macaco (Bactris plumeriana) y el guano (Coccothrinax montana).
También encontramos especies propias del imperio Neotropical como son el maíz, la piña, el guayacán, la ceiba, la caoba, el guayabo, la guáyiga, la guanábana y el tabaco.
Existen un grupo de especies introducidas como el mango, el café, la caña de azúcar, el cacao, el plátano, el guineo, los cítricos frutales y una gran cantidad de hortalizas como la zanahoria, la lechuga y el repollo.
Los principales tipos de vegetación que podemos encontrar son el bosque húmedo tropical y subtropical, el bosque seco subtropical, el monte espinoso y las sabanas.
El bosque húmedo tropical y subtropical, en las regiones con precipitaciones superiores a 1.000 mm, presenta especies arbóreas de hoja ancha como el capá, la palma real, el ébano y el cedro. En las áreas montañosas encontramos especies de coníferas como el pino. En las zonas bajas encontramos bosques de manglares.
El bosque seco subtropical se desarrolla en áreas con precipitaciones moderadas o bajas y una elevada evapotranspiración. Encontramos especies de plantas xerófilas de hojas pequeñas como el guayacán, cambrón, baitoa y el candelón. En las áreas que se ubican dentro del bosque húmedo y seco se encuentran especies como la cana y la caoba.
El monte espinoso seco se encuentra en las zonas semiáridas, y se destacan especies como el cactus. Es muy frecuente en la cuenca baja del Yague del Norte y la Llanura de Azua.
La sabana aparece en las áreas donde no se han podido desarrollar especies arbóreas o donde se ha destruido el bosque existente. Están conformadas por especies herbáceas. Se destacan las gramíneas y el pajón.
Además de estos ecosistemas, la República Dominicana cuenta con una importante diversidad de humedales, que incluyen lagunas costeras, manglares y pantanos. Estos ecosistemas son de gran importancia para la conservación de la biodiversidad, ya que albergan una gran cantidad de especies de flora y fauna, muchas de ellas endémicas o en peligro de extinción. Los humedales también desempeñan un papel crucial en la regulación del ciclo del agua, la protección contra inundaciones y la mitigación del cambio climático.