Namibia: clima, flora y fauna
El clima de Namibia está marcado por la latitud (la mitad norte del país se encuentra dentro de la zona tropical del hemisferio sur) y por la influencia del Océano Atlántico.
A lo largo del litoral de Namibia fluye la llamada Corriente de Benguela, una corriente fría que viaja de norte a sur impulsada por los vientos alisios. Debido a su baja temperatura, apenas se produce evaporación y por tanto las lluvias son muy escasas, aunque sí suelen generare grandes bancos de niebla.
Estos dos factores, latitud y corrientes marinas frías, hacen posible la existencia del Desierto del Namib, el mayor desierto costero del planeta. La otra gran zona desértica de Namibia, el Kalahari, se sitúa en el sur-sureste.
En cambio, en el centro-norte del país el clima es de tipo subtropical. Las temperaturas suben considerablemente cuando soplan los vientos cálidos del Kalahari (el Oosweer) hacia la costa, pero las precipitaciones son algo más abundantes, especialmente en la región interior de Caprivi, donde se recogen más de 600 mm de lluvia al año.
La meseta central y la región del Kalahari presentan una gran amplitud térmica que va desde los 30º C de temperaturas diurnas en verano hasta los 10º C en invierno. La humedad es baja, aunque se registran algunas precipitaciones, en torno a los 250 mm al año. En cualquier caso, estas precipitaciones son muy variables y se pueden llegar a encadenar varios años de sequías.
Flora y fauna
En las amplias regiones dominadas por los desiertos de Namib y del Kalahari la vegetación es muy escasa (se limita a diversos tipos de aloe y plantas similares) o sencillamente inexistente. Las áreas montañosas y mesetas están prácticamente desprovistas de árboles salvo algunas acacias, con una cubierta vegetal compuesta sobre todo por matorral, bosque bajo y zonas de pasto.
El norte de Namibia es más verde, con importantes masas forestales en la región de Caprivi, en la cuenca del río Zambezi.
La fauna de Namibia se concentra principalmente en los once parques nacionales repartidos a lo largo de su territorio que protegen a la fauna local del azote de la caza furtiva, una de las principales amenazas para la riqueza natural del país.
En el norte destaca el Parque de la Costa de los Esqueletos, en gran parte inaccesible incluso para los vehículos todoterreno, donde existen varias colonias de focas. En el interior el Parque Nacional de Etosha, hábitat de diversas especies de mamíferos (leopardos, zorros, chacales, rinocerontes negros, elefantes, cebras, gacelas, antílopes, ñus…) y aves (águilas, buitres, avestruces, cigüeñas, garzas, flamencos…)
Los parques de Mudumio y Mamili, en el noreste, hay grandes poblaciones de elefantes, búfalos de agua, hipopótamos y cocodrilos.
En el sur destaca el Fish River Canyon Park, a lo largo de la frontera sudafricana, que se fusiona con el Parque Nacional Richtersveld.