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Geografía de La Estepa

Publicado por Santiago

Paisaje de estepaLa estepa es la biocenosis propia del clima seco de las latitudes medias. En realidad al estepa es una formación vegetal en la que predominan las gramíneas y escasean los árboles debido a las pocas lluvias, que no son suficientes para el desarrollo de un estrato arbóreo ni arbustivo, pero no son tan pocas como para no permitir el desarrollo de gramíneas. Así, se llama estepa a todas estas formaciones aunque se encuentren en otro tipo de clima, como el clima mediterráneo.

La formación de las estepas se remonta a las épocas geológicas pasadas, cuando los cambios climáticos y las actividades tectónicas moldearon el paisaje. Estas regiones experimentaron períodos de glaciaciones y calentamientos intermitentes, creando condiciones ideales para el desarrollo de extensas llanuras cubiertas de gramíneas.

Durante estos tiempos, las fluctuaciones en la humedad y las temperaturas fueron determinantes para instaurar los ecosistemas de estepa que conocemos hoy.

La estepa más característica se encuentra en el interior de los grandes continentes del hemisferio norte. La vegetación se ha de adaptar a las grandes sequías, por lo que tiene un carácter xerófilo muy marcado, y a los grandes fríos. Sólo en zonas de transición llegan a aparecer un matorral compuesto por especies bien frondosas bien xerófilas.

El suelo típico de la estepa es el chernozem, también llamado brunizem y tierra negra. Se trata de un suelo muy ácido, debido a la gran cantidad de nitrógeno que aportan las gramíneas.

Las regiones fundamentales en las que se desarrolla la estepa son: el Asia central, el centro de América del Norte y el centro oeste de Australia y el sotavento de Nueva Zelanda, el entorno del Río de la Plata y la Patagonia, y algunas zonas de África.

En el Asia central la estepa se desarrolla desde Ucrania (en Europa) hasta Mongolia por todo el Kirguiz. Aquí se distinguen dos zonas, una al norte, que linda con el bosque boreal o el bosque mixto de planifolias y coníferas, con suelos más desarrollados en las que las gramíneas forman praderas muy tupidas; y la zona meridional, mucho más árida, con un suelo menos desarrollado en la que el tapiz de gramíneas es más ralo.

En Asia central, las variaciones climáticas contribuyen a la diversidad de especies de gramíneas y de fauna en las diferentes zonas esteparias. En las regiones del norte, por ejemplo, las precipitaciones son algo más abundantes, permitiendo el desarrollo de praderas más densas.

Mientras que en el sur, la aridez favorece plantas adaptadas a condiciones más extremas. Cada una de estas subregiones alberga adaptaciones únicas que reflejan su entorno particular.

En Estados Unidos a la formación de estepa se le llama pradera, y se distinguen tres tipos de estepa dependiendo de la densidad de las gramíneas: la pradera verdadera, la pradera mixta y la llanura.

    La pradera verdadera se encuentra al Este, donde le llegan más lluvias y presenta un tapiz de gramíneas muy abigarrado.

    La pradera mixta se encuentra en la zona intermedia, donde sólo llueve en verano, y las gramíneas sólo alcanzan una talla media.

    La llanura se extiende hasta las montañas Rocosas, en una formación de gramíneas muy clareada.

La fauna de la estepa está en un equilibrio precario con la escasa biomasa. Este es el reino de los herbívoros como el bisonte, las gacelas, los caballos y los gamos; y asociados a ellos carnívoros como el lobo, el coyote o el zorro. Se desarrollan gran número de especies excavadoras, vitales para mantener aireado el suelo: lombrices, topos, hormigas, etc. También encontramos reptiles como serpientes y lagartos; insectos como avispas o langostas; aves diversas y roedores como los conejos, los hámsters, etc.

Las actividades humanas han tenido un impacto significativo en los ecosistemas esteparios. La agricultura intensiva y la urbanización han transformado grandes áreas de tierras naturales.

Además, el pastoreo de ganado ha llevado a la disminución de especies autóctonas, afectando el equilibrio natural. Estos cambios no solo han alterado la biodiversidad, sino que también han incrementado la vulnerabilidad de estos ecosistemas ante el cambio climático.

Distribución de la estepa

En las últimas décadas, se han implementado diversas iniciativas de conservación para proteger las estepas. Programas internacionales trabajan para conservar la biodiversidad, reintroduciendo especies nativas y controlando el uso de la tierra.

Un ejemplo notable es la reintroducción del bisonte en las praderas norteamericanas, en un esfuerzo por restaurar los equilibrios ecológicos de la región.