Clima seco de las latitudes medias
El clima seco de las latitudes medias (clima continental en la clasificación climática tradicional) se sitúa entre los 35º y los 55º de latitud norte, en el sur no se encuentra ya que es típico del interior de los grandes continentes, las zonas alejadas de la influencia de las masas de aire marítimo. Los centros de acción típicos de este clima son los anticiclones térmicos del centro de los grandes continentes y, ocasionalmente, el Frente Polar. Así, las masas de aire dominantes son las de tipo polar continental, muy frías y secas, que dominan la mayor parte del año. En verano, cuando el anticiclón térmico se debilita, llegan masas de aire polar marítimo, frías y húmedas.
Las lluvias son escasas, entre los 200 y los 500 mm anuales. La época más lluviosa es el verano, cuando llegan las masas de aire húmedo del Frente Polar. No obstante, incluso en verano, las lluvias son esporádicas. Así pues, estamos ante un clima seco, incluso casi tan seco como el de los grandes desiertos de arena, aunque con menor evapotranspiración, debido a las bajas temperaturas.
Las temperaturas son frescas o frías todo el año. La oscilación térmica es muy grande, entre 25 y hasta 40 ºC de diferencia en las medias entre el mes más frío y el más cálido. Existen varios meses por debajo de 0 ºC, incluso las medias de varios meses al año pueden estar por debajo de los -5 ºC, y hasta de los -10 ºC. Así pues, los inviernos son fríos y rigurosos, con muchas semanas en los no se sobrepasan los 0 ºC. En cambio los veranos pueden llegar a ser hasta calurosos, y llegar a medias de hasta 25 ºC. La oscilación térmica diaria también llega a ser muy acusada, y superar los 30 ºC, incluso en lo más crudo del invierno. Debido a la sequedad de las masas de aire no son frecuentes las nieblas, a parte de en el entorno de ríos y lagos.
Encontramos el clima seco de las latitudes medias las zonas centrales de Norteamérica, y Asia, sur de Siberia, Mongolia y norte de China; es decir en el centro de las grandes masas continentales de las latitudes medias.
La vegetación típica de este clima es la estepa de gramíneas, con muy pocos árboles, que además suelen tener un porte arbustivo. Algo más abundante es el matorral, pero sólo alcanza extensiones significativas en lugares concretos resguardados de las inclemencias del clima. También se pueden dar grandes extensiones de desierto de arena, como en el desierto del Gobi. Se trata de una vegetación pobre y de tipo xerófilo, ya que tiene que hacer frente a grandes períodos de sequía, aparte de a grandes fríos. El suelo típico es el chernozem, también llamado brunizem y tierras negras.